jueves, 2 de febrero de 2017

A MI ESPOSA








A MI ESPOSA

A ti mujer, excelsa criatura
que llegara a crear el Creador,
fuente de vida, manantial de amor,
explosión de ilusión y de ternura.

A ti que luces en  la noche oscura,
que emulas en su trino al ruiseñor,
que alivias los momentos de dolor
y ahuyentas con tus besos la amargura.

A ti que amante esperas cariñosa,
eterna compañera de mi vida,
y lloras en la noche, silenciosa.

A ti, tersa cual pétalos de rosa,
al contemplar tu sien encanecida,
gracias te doy, mujer, por ser mi esposa

(De mi libro, “El silencio de los besos”).

1 comentario:

  1. Uno puede escribir versos mil, pero pocos serán los que te conmuevan: la belleza es esquiva e íntima. Si los versos te surgen como churros, no imprimas todos. Muchos están mejor en la papelera.
    Amigo Francisco, este soneto merece todos los honores. Conozco a tu esposa y la sé merecedora de él. Un abrazo. Moisés

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