sábado, 30 de noviembre de 2013

POLÍTICOS RIDÍCULOS



                                             POLÍTICOS RIDÍCULOS

 Estamos viviendo unos momentos cruciales en esta España que en otros tiempos fue la envidia del mundo, momentos drásticos, dramáticos para muchas familias que no ganan, que no cobran lo suficiente para mantenerse y que tienen que recurrir a las ayudas privadas de amigos y familiares, porque las ayudas públicas en forma de subsidios o pensiones se las han estado repartiendo durante años entre una caterva de enanos mentales que comenzaron a dedicarse a la política para medrar y enriquecerse a costa del pueblo que sufre y calla, aguanta y calla.
 Algunos de esos enanos políticos han estado durante años creando el caldo de  cultivo, para transmitir al pueblo español el odio y las ganas de venganza que ellos mismos tenían por haber sido derrotados en aquella guerra civil que los que llegamos a vivirla la teníamos más que olvidada y de la que ni siquiera hablábamos de ella en estos últimos 77 años que hace que terminó. Hasta que llegó un iluminado a pretender revivir lo que dio en llamar la memoria histórica en su intento de resucitar los odios y las venganzas entre el pueblo español. Lo malo del caso es que esa simiente cizañera haya podido encontrar tierra de abono en estas nuevas generaciones que al no haberlo vivido enganchan sus raíces en la historia torticera que les cuentan los políticos en su afán de proselitismo, valiéndose de la ignorancia, la ingenuidad y el buen sentir de las gentes que les creen.
 Desde mi modesta opinión y mi experiencia de haber vivido aquello que hago todo lo posible por olvidar, vengo a pasar de un plumazo a los vergonzosos momentos políticos
que estamos viviendo en la actualidad; pero quisiera hacerlo de una manera grotesca, ridiculizando a esas mentes “geniales” que a diario se asoman a las ventanas de las televisiones para, sin ningún pudor, decir cuatro tonterías, cuatro vulgaridades sin argumento, en su intento de querer aparecer como mentes brillantes, cuando son más simples que el mecanismo de un chupete, (que hoy, por cierto, los venden con libro de instrucciones).
 Entre los personajes políticos del momento nos encontramos con mentes tan preclaras como las de . . . (cada uno que ponga los nombres que quiera), muchos de los cuales no han ido ni a la escuela; otros muchos no han pasado de 4º. de la ESO, unos pocos han terminado el bachiller, una minoría ha llegado a terminar una carrera universitaria; ninguno ha dado conferencias, charlas, discursos o ha escrito un libro; ¿y con esta caterva de intelectuales políticos que hoy sacan brillo con sus posaderas a los asientos del Congreso y del Senado queremos que España funcione bien?.
 Observando este panorama del nivel intelectual de nuestros políticos y en ese pretendido afán por ridiculizarlos, he querido condensar en mi colección de cien sonetos grotescos, resumiendo en los catorce versos de cada uno, lo más relevante o lo más grotesco de los personajes a los que están dedicados. Si alguien tiene interés en el tema, no tiene más que entrar en Internet, buscar “La España corrupta”, Cien sonetos grotescos de políticos y chorizos. La consulta es gratuita; y si alguien quiere el libro que me lo pida, que en cuanto haya cien peticionarios, lo mandamos editar.
 Los políticos que tenemos no merecen otro comentario que el de ridículos. ¡Vamos, de chiste!. Mañana hablaremos del gobierno.

viernes, 29 de noviembre de 2013

LOS CAGONES CATALANES



                                LOS CAGONES CATALANES

 En una de esas raras ocasiones en las que miro de reojo la televisión, estaban dando una noticia relacionada con ese gilipollesco muñeco que se le ocurrió crear a algún subnormal, que representa a un tío con barretina, cagando en un orinal, y al que los catalanes denominaron el “caganer”.
 El poco gusto del creador y de quienes lo han adoptado como uno más de los símbolos de la región española de Cataluña, queda patente, al mostrarnos a un catalán con el culo al aire.
 Pues bien, la gilipollesca noticia que estaba dando la televisión, esa televisión insoportable que hoy tenemos y que no distrae, ni mucho menos divierte a las mentes más simples y sencillas del pueblo, decía que habían creado la figura de la Virgen, me supongo que se referirían a la de Monserrat, en esa absurda postura del “caganer” y que cabe suponer que en femenino será denominada la “caganera”.
 Yo no entro ni quiero entrar en mis opiniones, sobre lo que algunos, y me refiero a las personas de creencia religiosa, pueden considerar una ofensa indignante hacia quienes veneran la figura de la Virgen María en cualquiera de sus advocaciones, pero considero que habrá infinidad de catalanes que se consideren ofendidos al ver a su siempre venerada Virgen de Monserrat en esa grotesca postura.
 Si yo fuera catalán, que a pesar de mi apellido no lo soy, me sentiría ya no ofendido, sino avergonzado de que algún imbécil paisano mío hubiera tenido la ocurrencia de denigrar la venerable figura de la Virgen de Monserrat al representarla cagando
 Si yo tuviera alguna potestad o facultad de mando en Cataluña, no voy a decir que metería en la cárcel al autor de la ocurrencia, porque eso sería dictatorial, ya que semejante insulto no está tipificado como delito, pero sí le conminaría al autor de la ocurrencia a que se bajase los pantalones, se pusiera en cuclillas en actitud cagadera y a que todo el pueblo le sacara fotografías del culo y de la cara para que se rieran de él a mandíbula batiente.
 Considero que hay muchos catalanes personas muy dignas a las que semejante insulto a su excelsa patrona la Virgen de Monserrat no les haya gustado nada; lo que tienen que hacer es manifestarlo para que el autor de la ocurrencia quede en el más espantoso de los ridículos.
 ¿Se imaginan que el pueblo catalán, gracias al “caganer” pudiera ser identificado como el pueblo de los cagones?  ¡Vaya tela!. Los “cagoners” de España.

jueves, 28 de noviembre de 2013

DIRECCIÓN GENERAL DE TRÁFICO



                     DIRECCIÓN GENERAL DE TRÁFICO  (DGT)
 Comenzaré por decir que no veo la televisión, a lo sumo de vez en cuando la miro y  ello me ha permitido visionar (como hoy se dice) en las cadenas públicas de TV cómo anunciaban a bombo y platillo una gran noticia, vamos una ocurrencia que alguien ha tenido en la Dirección General de Tráfico, para reducir el número de accidentes y de muertes en las carreteras de España: enviar cartas a los propietarios de automóviles con una antigüedad superior a diez años, para que no dejen de pasar la ITV, revisen los neumáticos, paguen los seguros, revisen los frenos, lleven las luces encendidas durante todo el día aunque haga sol, nada dicen si durante la noche también, etc. etc. todo lo cuál, como digo no pasan de ser unas ocurrencias; me explico: “ Un amigo mío ha recibido una de esas cartas en la que hacen referencia a un vehículo del año 1977, es decir de hace la friolera de 36 años, en el que le hacen esas recomendaciones; y tal resulta que el tal vehículo cuando era nuevo tuvo un accidente y fue declarado siniestro total. Pasó a recogerlo en la carretera la grúa de uno de esos desguaces, y le dijeron que no se ocupara de nada, que ellos lo daban de baja en Tráfico, para lo cual se llevaron la documentación; que lo diera de baja en el Seguro para que no le siguieran cobrando, como así lo hizo”
 Pues bien, ahora le dicen que no tiene seguro, que revise el estado del vehículo, los neumáticos, y que pase la ITV; el caso es cobrar.
 Con esta acción pretenden desde la DGT (yo diría la “déjate”), reducir el número de accidentes en carretera; ¡vaya gol que le han metido a la señora directora general de tráfico, alguno de los acólitos que tiene a su servicio!; para que luego diga don Mariano que no necesita renovar su equipo gubernamental.
 Les diría que lo que hay que vigilar  es a esos locos de la carretera que estrenan coches modernos y muy potentes que presumen de ir desde Madrid a la Costa en tres horas; que revisen el buen estado de las carreteras, principalmente las secundarias que es en las que se producen el mayor número de accidentes, que señalicen adecuadamente aquéllas autovías en las que se están realizando obras; y que cuando vean a una tartana circulando por la carretera a 30 por hora, no se molesten en pararla ni en hacer recomendaciones a su dueño, que seguro estoy que no va a producir ningún accidente.
 Utilicen los fondos públicos en algo más práctico que en enviar cartas a quienes ya no poseen ningún coche de hace 36 años. Así no se arregla España.