EL TELÉFONO MÓVIL
Esto de los teléfonos móviles es un invento
sensacional, con esto te tiene controlado la contraria las 24 horas del día,
hasta cuando estás tomando café con los amigos. El otro día estaba yo tomando
un aperitivo en una terraza madrileña con la esposa de un íntimo amigo; en esto
suena el teléfono de mi acompañante; ¿diga?, hola amor mío, ¿qué dices? , vaya
por dios qué fastidio, y yo que te tenía preparada una sorpresa. ¡Bueno! Qué le
vamos a hacer; ¡Vale mi amor, nos vemos a la noche!.
¿Quién era?, le pregunto a mi amiga.
Quién
va a ser, el gilipollas de mi marido que dice que no le espere a comer porque
está comiendo contigo.
Lo cierto es que me encuentro en Madrid, sol
abrasador, más o menos 38 centígrados a
la sombra; a la sombra de un frondoso árbol que no mitiga el calor, a pesar de
que dicen que del amor y del ramaje lo mejor es el follaje, en la Ribera del
Manzanares junto a la Puente de Segovia, el más antiguo de Madrid;….”encima de
ti me pongo puente de la segoviana; encima de ti me pongo por ver como pasa el
agua”. . aquí en esto de mis recuerdos ancestrales, todo tiene música, y si no
se la ponemos. no me acompaña la esposa de mi mejor amigo. Salta la siempre
inoportuna musiquilla del teléfono que anuncia una llamada; me disculpo por lo
de la musiquilla de mi teléfono que no
es otra que “La del Soto del Parral”,…¿dónde estarán nuestros mozos, que a la
cita no quieren venir?. . .Los que somos de la cuenca del Eresma nos sentimos
orgullosos de la música de esa bella Zarzuela que llevamos grabada en la mente
y en la víscera esa que nos empuja a vivir. No sé cómo no pedimos nuestra
independencia, motivos tenemos mucho más que otros.
Respondo a la llamada y escucho un ridículo
“digui”, “digui”. En la pantalla del teléfono veo el nombre de mi hijo que me
llama desde los Pirineos, allá cerca de aquella hermosa región española llamada
Cataluña.
¿Por qué me respondes con “digui”, “digui”,
que estamos en Castilla la Vieja.?
No, si no he sido yo, eso lo han dicho unos de
por aquí que están tomando unos vinos.
Mi hijo
que sabe de mis vicios y costumbres, más de mis costumbres que de mis vicios,
ya que éstos puede resultar embarazoso contárselos a los hijos, como el del
búho
¡Hola, papa!, ¿dónde andas?. Me supongo que tomando un “Rueda”
Pues mira: me encuentro aposentado en un
abrevadero cerca de casa, en la Ribera del Manzanares, deleitando mi paladar
con el frescor afrutado de un vino blanco Verdejo, de la denominación de Origen
Rueda, pero elaborado en la bella villa de Nieva, cuyas uvas, por ese milagro
de la Naturaleza van creciendo acariciadas por el hermoso sol de Castilla en
las mañanas y dorándolas en los atardeceres. Hay quien dice que el mejor y más
aromático “Blanco de Rueda” es el segoviano de Nieva, aunque también se da un buen
blanco en Santiuste de San Juan Bautista, y en Fuente de Santa Cruz. Segovia no
sólo puede presumir de Acueducto y de buenas gentes, también de buenos vinos,
que también se dan en Valtiendas y en Sacramenia y en Polendos y no digamos
nada del Pago de Carraovejas en Peñafiel que, aunque se dé en la Tierra de
Valladolid, algo bueno tenían que tener.
Y tú ¿dónde andas?, pues mira, tomando un
Penedés.
¿Querrás decir Panadés?. Pues no “pápa”, por
aquí le dicen Pene.
Pues la verdad chico yo sólo conozco un pene y
tiene trato de Usía. ¡Vamos que …! estos catalanes cambiar la pana de lo
payeses por el pene de los burgueses, es de Juzgado de Guardia. Pero en fin,
con su pan se lo coman y se lo beban.. Tampoco es mal vino.
Hay
que ver las tonterías que escribe uno cuando se encuentra aburrido frente a una
copa de vino. Aunque sea bueno.