LOS “AFORRADOS”
El artículo 14 de
la Constitución Española de 1978 dice: Los españoles son iguales ante la ley
sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza,
sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o
social.
Este artículo está
en flagrante contradicción con la condición de aforamiento de que disfrutan
determinadas personas que por su condición política gozan de determinadas
prebendas ante la ley, de las que no gozamos el resto de
los comunes.
Establecida esta
circunstancia es de suponer que para que ese artículo se cumpla, hay que quitar
su condición de aforamiento ante los Tribunales, a los más de 10.000 aforados
que por el mero hecho de aposentar sus traseros para sacar brillo a los
asientos de las Cámaras y Tribunales disfrutan de esos privilegios que los
demás no tenemos.
A todos los jueces
y fiscales de los altos tribunales de la Administración de Justicia.
A los Vocales y
Magistrados del Tribunal Constitucional, y de la Audiencia Nacional.
En pocas palabras,
para que ese artículo se cumpla no debe haber nadie, absolutamente nadie que
disfrute ante la ley de ningún privilegio del que no puedan disfrutar el resto
de los españoles. Si así no se cumple, ese artículo hay que arrancarlo de la
Constitución.
Ahora que las
gallináceas han revuelto el gallinero y no hacen más que cacarear sobre el
posible aforamiento de S.M. Don Juan Carlos I, que dicho sea de paso, si hay
alguien que se lo merece es sin duda alguna ÉL. En el próximo otoño el Gobierno
va a abrir un debate para reducir el número de aforados de 10.000, a 2.000.
¿Y a quiénes va a
suprimir?. ¿A qué 8.000 va a discriminar suprimiendo su aforamiento y a qué
2.000 va a seguir discriminando manteniéndoselo?. ¿No les parece, señores del
Gobierno que se van a tomar ustedes unas atribuciones que la propia
Constitución no les atribuye?.
¿Dónde está la
libertad de la Justicia si los jueces y magistrados de los Altos Órganos de la
Administración de Justicia están elegidos a conveniencia por los propios partidos
políticos, por ser afines a su propia ideología?. ¿Quién nombra al Fiscal
General?.
Toda esta
discriminación judicial de los aforamientos ha venido a alterar el gallinero
político, y precisamente las gallinas más cluecas son las que más cacarean, las
que ahuecan su plumaje para no dejar sitio a uno más, precisamente aquéllas que
tendrían que estar besando el culo a quiénes nos dotaron de la Constitución que
hoy tenemos y gracias a la cuál ellas pueden estar sentadas en los asientos del
Congreso y del Senado y de las Cámaras Autonómicas; y que si no fuera por su
condición de aforados ya habrían sido juzgadas por sus delitos contra el
pueblo, y si halladas culpables, habrían perdido todos y cada uno de los
privilegios que la Sociedad les está permitiendo.
No vamos a citar
nombres ni partidos, pero los tienen; la corrupción política se ha extendido de
tal forma que casi nadie queda libre de culpa y muchos de ellos, a no ser por
su condición de aforados, ya estarían en la cárcel, en Andalucía, en Cataluña,
en Galicia, en Baleares, en Asturias, en Valencia o en cualquier región o pueblo.
Hay algunos
aforados que roban en Supermercados y ocupan por la fuerza tierras que no son suyas,
a los que esa izquierda plural que no paga los impuestos de sus sedes, defiende
y protege, y que se niega a que sea aforado alguien como S.M. que está, en
todo, a años luz por encima de ese pobre hombre que la maneja. ¡Vaya Cayo!
En el PSOE, que
cuenta con varios aforados implicados en la trama de los ERES de Andalucía, se
pronuncian con la abstención en el aforamiento de Don Juan Carlos I, ¿es que
acaso esos individuos se consideran por encima del REY?. ¿Qué decir de UGT?
¿Y qué decir de la
corrupción en la Cataluña del muy honorable, cuyo niño ha metido la mano en el
cajón de las ITV, hasta más arriba del codo?. ¡Vaya honorable!.
Lo justo, para que todos podamos hablar de
Justicia y decir algún día que somos iguales ante la ley, es suprimir todas
esas prebendas de que disfrutan los aforados, que empiezan así y terminan “AFORRADOS”