jueves, 14 de septiembre de 2017

SONETOS GROTESCOS


                                 UN GOLPE DE ESTADO II



 Fue a finales del pasado mes de agosto el 27, cuando este ignorante de la política, escribía un artículo bajo el título de “Un golpe de Estado”, que publicado fue en prensa escrita y digital con fecha del 5 de septiembre, calificando como tal la actitud que estaban tomando los descerebrados dirigentes políticos de Cataluña, y cuyo escrito se iniciaba con aquellas palabras del teniente coronel Tejero de: “quieto todo el mundo, al suelo, que no se mueva nadie”, blandiendo en su diestra la reglamentaria pistola de la Guardia Civil.

 Una semana después, todos los medios escritos y audiovisuales  de España vienen a coincidir con aquellas mis manifestaciones, no dudando en calificar como Golpe de Estado la actitud de aquellos dirigentes políticos de la Comunidad Autónoma de Cataluña.

 ¿Por qué han tardado tanto en manifestarlo públicamente todos los medios de difusión?,

y ¿por qué no ha actuado antes la justicia contra esos subversivos que quieren destruir España, porque a Cataluña ya la han destruido?

 Observen en las fotografías que aparecen en los medios, los rostros de esos politicastros en los que se reflejan el odio y la rabia por no haber conseguido sus propósitos.

 Y a propósito (permítaseme la “rebuznancia”) de sus propósitos, ha surgido de mi pluma un nuevo SONETO GROTESCO, a ellos dedicado. Que lo disfruten.



 Nunca le hice un soneto a este fantoche

pues pensé que no merecía la pena

malgastar en su faz y su melena

ni tinta ni papel, ¡vaya un derroche!.



 Mas, llegado a este punto, por la noche,

salí a cagar,  tiré de la cadena,

la mierda pestilente ¡qué condena!,

se fue por el retrete a troche y moche.



 A los tipos mierderos malolientes,

que quieren cagarse en los españoles

habrá que darles mierda hasta en los dientes.



 Y ante el golpe de Estado, de propina,

meterles en la trena por bemoles

y que coman más mierda en la letrina.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

A UN ÁRBOL DE CIUDAD


Madrid es una de las capitales europeas y tal vez del mundo que más vegetación arbórea y espacios verdes y ajardinados tiene, esa circunstancia es la que me ha hecho dedicarle un soneto a unos de esos gigantes arbóreos frente al que me siento cada día en el Paseo de Extremadura, junto a la calle de Guadarrama (como no podía ser menos, nombre de la Sierra Segoviana), para degustar una copa de vino fresco de Verdejo de Nieva (Segovia)





A UN ÁRBOL DE CIUDAD



Paseo de Extremadura, donde habito,

un árbol de ciudad en plena calle,

no se pierdan ustedes el detalle,

porque es árbol grande, no arbolito.



Entre casas de adobe o de granito

ha crecido como un árbol del valle

y si alguien me lo niega que se calle,

es un árbol feliz y muy bonito.



Hay pájaros que anidan en sus ramas,

deleitan a las gentes con su trino

mientras duermen tranquilas en sus camas.



Le miro con bucólica alegría,

mientras tomo una copa de buen vino,

en el bar que hay enfrente, cada día.