UNO, DOS Y
TRES, TAMBIÉN EN EL P.P
Hace unos días hablábamos de los tres
titiriteros del PSOE, en el redondel; para no quedarse atrás el PP también se
ha sacado de la manga a tres titiriteros que no sabiendo dónde colocarlos, tal
vez por razón de incompetencia, les ha montado una oficina, eso sí con cargo a
los fondos púbicos, para que en ella se cuenten chistes.
Y
en esa oficina, al igual que ya hizo poniéndole una mesa en IFEMA, ha puesto
como presidente (cargazo que más o menos es como el de presidente de una
comunidad de vecinos) al ínclito don Manolo Cobo, al que ni siquiera su gran
amigo Ruíz-Gallardón se le quiso llevar como ascensorista al ser nombrado
Ministro de Justicia.
Y
para que no fuese tan “descarao”, ha completado la terna con otros dos
“titiriteros”, o desechos de tienta valga el símil taurino, cuáles son don
Andrés (uno, dos y tres) y la señora
Rodríguez.
¿Y
en qué va a consistir la tarea (no digo el trabajo) de este triunvirato que el
P.P. se ha sacado de la manga??
Muy
sencillo, se trata más o menos de un comisariado político para tratar de
descubrir si alguien entre los peperos no es trigo limpio, chivarse al Jefe y
depurarlo; más o menos como lo del espionaje de tiempo atrás, de la Comunidad
contra el Ayuntamiento, del Ayuntamiento contra la Comunidad, porque nadie se
fía de nadie en el Partido.
No
sé a quién se le habrá ocurrido la charlotada, ya que en el PP hay mucho listo
cobrando sin hacer nada, y se tienen que “espurriar” los sesos para conservar
la mamandurria, se lo han propuesto al Jefe, que está más ocupado con
desarreglar Europa que con arreglar España, y
han nombrado al triunvirato, de reconocida sagacidad policial, para que
averigüe lo que la UCO, la Policía, los Jueces, los Fiscales y los sagaces
descubridores de los medios de comunicación no han sido capaces de descubrir.
Dicen que van a averiguar ahora lo de
Arístegui y lo de Serna, lo de López Nieto, lo de Lezo, lo de Gürtell, lo de
Valencia, lo de Zapata, lo de Camps, lo de Beltrán, lo de González, lo del otro
Nacho, lo de Granados, lo de la Caja B, . . . . si hay miles que están
“pringaos”; ¿qué van a descubrir que no esté ya descubierto?.
Y
por otra parte cabe preguntarse: ¿Cuentan estas personas con la autorización
legal, policial, o judicial para indagar en las vidas de los demás, o
cualquiera de sus intervenciones pueden ser completamente ilegales?.
Si
este invento no es más que una justificación para que aquel oscuro vicealcalde
y sus acólitos puedan seguir teniendo unos ingresos con cargo al presupuesto, podríamos
imaginarnos hasta una malversación de fondos, por muy legal que parezca.
Podemos hasta creer que estas charlotadas sólo
ocurrían en los “comics” de “Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio”. Y
mientras, las pensiones en el aire.