EL CAMBIO DE PEDRO SÁNCHEZ
Me
causa risa, si no fuera dramático. En la política hay cosas que causan
hilaridad, cuando no estupor, y el lugar dónde escribirlas, al menos para mí,
es el rincón oscuro y apartado de la taberna que tengo cerca de mi casa.
Me siento a una mesa, solo, apartado, pido una
consumición, echo mano de la frágil servilleta de papel que el servilletero
contiene, y empiezo a garabatear en su nítida blancura las palabras que me van
surgiendo, derivadas de las noticias que aparecen en las páginas de los
periódicos, o de las que en su murmullo surgen de las lejanas palabras de la
televisión a la que poca atención presto.
Desde que algunos periódicos tuvieron la
nefasta idea de subir el precio de sus ejemplares,
opté por dejar de comprar la prensa, lo cuál no quiere decir que dejara de
leerla, pues para ello me aposento en algunos de los bares o cafeterías que
existen en las proximidades de mi domicilio, y les echo una ojeada a los
periódicos más leídos de Madrid, aparte, claro está de El Marca o El As que son
los más demandados.
En unos ojeo y hojeo El Mundo, en otros El
País, La Razón o el ABC, según la
tendencia, ya no del dueño de cada establecimiento, sino también de los
clientes que a cada uno de ellos acuden.
Hoy me ha producido risa, o por mejor decir,
más que risa estupor, como al principio digo, el haber contemplado en uno de
esos diarios, una amplia fotografía, en la que aparecen en un mitin, el
Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, junto con algunas de las viejas
glorias de su Partido, verbi gracia, Rubalcaba, Zapatero, Almunia, Borrell,
faltaban González, Guerra, Caldera, Solana, Jordi Sevilla y algunos otros de
los incombustibles de toda la vida de los que hoy, no sabiendo dónde están ni a
qué se dedican, el descerebrado Secretario General del Partido, quiere echar
mano de la ropa vieja para llevar a cabo la renovación política de España, con
los siete carcamales, políticamente hablando, que dicen que le apoyan, y
puestos a desempolvar líderes sólo le falta traer a Indibil y Mandonio, o a
Viriato, Ataulfo o Recesvinto.
¿Dónde está la renovación que pretende?. ¿Es
que no se da cuenta nadie en el PSOE que su Secretario General tiene la cabeza
vacía de ideas?. ¿Es que aún no se han dado cuenta de que Pedro Sánchez está
hundiendo más y más al Partido?. ¿Qué van a renovar todos ellos con sus viejas
ideas y planteamientos de hace 30 años?
Y
para apoyo de esa renovación que pretende, surge Susana Díaz, la presidenta de
la Junta de Andalucía que también habla de renovación. ¿Qué es lo que quiere
renovar en Andalucía dónde su Partido lleva gobernando más de 30 años?. ¿Qué es
lo que quiere renovar, que no hayan podido hacer a través de tantos lustros?.
Así
las cosas, todos aquéllos que piensan que se acabó el bipartidismo, no se han
dado cuenta todavía que en la vieja piel de toro sigue habiendo dos bandos, las
derechas y las izquierdas, con la particularidad de que las izquierdas están
escindidas en diecisiete tribus o más y todas juntas sólo tienen un objetivo
derrotar al Partido Popular, como en el “Toro de la Vega”, todos contra uno,
con lanzas, con navajas, a mordiscos, a pedradas, ¡qué valientes!. Lo único que
quieren es derribar al otro, todos contra él, aún no se han dado cuenta de que
sigue siendo el partido más votado, de que el pueblo no quiere ese cambio que
entre todos juntos pero no unidos propugnan. Lo único que quieren es el
derribo, de gobierno, de programas en beneficio del pueblo no dicen nada.
¿A quién votar?, porque también Podemos ha
resucitado a Julio Anguita como renovación.