GOLPE DE TIMÓN
Desde que Pedro
Sánchez se ha hecho cargo de la Secretaría General del PSOE, hay que echarse a
temblar cada vez que en función de su alto cargo toma una decisión, pues no
todas las que hasta ahora ha ido tomando han sido beneficiosas para su partido
y menos aún provechosas para el pueblo, porque por lo que sabemos, el pueblo no
ha obtenido beneficio alguno con sus decisiones políticas. Y si la talla de un
buen político se mide por tomar e imponer decisiones en beneficio del pueblo,
en el caso de Pedro Sánchez todavía no se ha visto nada, más que mucho hablar y
poco dar trigo.
Acaba de tomar un
decisión drástica. Drástica para alguno de los
personajes de la Federación Socialista Madrileña, al destituir de una
manera fulminante al Secretario General de la misma Tomás Gómez.
Lo cierto es que
la presencia de Tomás Gómez como máximo representante del socialismo madrileño
siempre ha sido un pufo, eso lo sabe cualquier persona ajena a la política de
la Comunidad de Madrid, pues siempre ha sido un inoperante y nunca ha sabido
sacar al PSOE madrileño de su marasmo. Eso sí, colocar un cartel con la palabra
“INVICTUS” en la fachada del edificio de la Gran Vía madrileña donde radica su
sede, fue lo único destacable de su mandato. ¡Dinero en fastos!.
Luego a la hora de
presentarse a unas elecciones para la Comunidad de Madrid, fracaso tras
fracaso, derrota tras derrota. ¿De dónde se sacó el “Invictus”?.
En consecuencia,
la decisión de Pedro Sánchez de quitarlo, bien está, pues ahí no era más que un
jarrón decorativo lleno de lañas.
Mas, de todas
formas, el golpe de timón no ha servido
ni para doblar la esquina, pues enseguida los altos barones del
socialismo le han dicho: ¡Cuidado Pedro, a ver dónde vas!.
Le ha pasado más o
menos lo que le ocurría al defensa del equipo de fútbol de mi pueblo cuando el
balón caía a sus pies que había que decirle: ¡Bastián flojo!, y teníamos que ir
a buscar el balón al río.
Pues teniendo en
cuenta los avisos de los barones, ha nombrado una Comisión Gestora, al frente
de la cual ha puesto, ni más ni menos que al ínclito Rafael Simancas, otro
fracaso del PSOE, al que, como a los torerillos principiantes, Esperanza
Aguirre le tuvo que dar una segunda oportunidad para ver si la ganaba en las
elecciones a la Comunidad de Madrid, y ni por esas, perdió las mismas
elecciones por dos veces por mayoría absoluta de su contrincante.
Pues a este
fracaso del PSOE que tan a gusto estaba en su poltrona del Senado, lo ha
desempolvado para que trate de organizar el desorden organizado, contando con
otras viejas figuras como la Maru Menéndez, la Trini Jiménez a la que tras su
fiasco ministerial tuvo que enviarla Zapatero a hacer las Américas, y tal vez
se traiga de su paraíso dorado a la BIbi Aído, la miembra, que no está por la
grasa, o a la Leire Pajín, cuyo paradero actual es un misterio, pero seguro que
cerca de los grandes sueldos.
Pues con esta
gestora con Simancas, que hoy manda menos que un calamar en una orquesta,
quiere Pedro Sánchez que el PSOE madrileño funcione y va a pasar lo de el
elefante en la cacharrería.
Y mientras tanto,
por los bajos de mi Andalucía los campanilleros en la madrugá, andan sueltos
con sus campanilllas que se quedan mudas de tanto sonar con los ERES, los
cursos de formación, y los altos cargos de la Junta “revolutos”, a la espera de
que un Juez o la Audiencia de Andalucía digan el “Palante”. Mientras eso no
ocurra, Pedro Sánchez, seguiremos teniendo el PSOE que tenemos.