domingo, 16 de agosto de 2015

ÁGUILAS Y SEGOVIA



                       ÁGUILAS Y EL ADELANTADO DE SEGOVIA

 Huyendo de los rigurosos calores agosteños de Madrid, metí en una bolsa de viaje dos pantalones cortos, dos polos, dos camisas y un bañador, prenda que al día de hoy ya no sé como se llama, que si slip, calzón de baño, bermudas, y que en mis tiempos de mozo llamábamos taparrabos y que era la expresión más exigua de lo que nos poníamos los chicos para lanzarnos al agua en el río del pueblo tapándonos las vergüenzas, y me dije : a la playa, me voy a la playa; y aquí estoy en esta playa de “La Colonia”, en la bella ciudad de Águilas (Murcia), capital de la Costa Cálida, a la que desde hace más o menos doce años, vengo desplazándome para mitigar en lo posible esa ola de calor tórrido que en Madrid nos viene azotando desde hace más de un mes.
 Me dio lo mismo, los calores de esta Costa Cálida, este año 2015 más cálida que nunca en esos 12 años que llevo viniendo, me han sorprendido de tal forma que ni siquiera dentro del agua de la mar, podía soportar las altas temperaturas que fuera del agua existían.
 Para combatir los calores, me aposentaba en alguna mesa situada en el dintel de alguna heladería, o cervecería ubicada a lo largo del Paseo Marítimo, hoy Avenida de la Constitución, aprovechando el aire acondicionado que por su puerta expulsaba, frente a una copa de transparente vino de Rueda frío, y deleitaba mi paladar con el frescor del delicioso líquido.
 Es una costumbre, ya casi convertida en manía; si no tienen el vino procedente la afrutada uva de la denominación de origen Rueda, a poder ser y como buen segoviano, Blanco de Nieva, de Santiuste o de Fuente de Santa Cruz, emigro a otro lugar o borrachería donde lo pueda encontrar, aunque si no hay más remedio me conformo con algún “blanco” de la Seca o de algún otro pueblo de la comarca vallisoletana, donde los elaboran con la misma exquisitez.
 Durante los doce años que a estas latitudes estoy viniendo, el diario local de mi amada Segovia, tenía la gentileza de hacerme llegar, como colaborador suyo que era, un ejemplar de El Adelantado de Segovia que a diario pasaba a recoger a Lista de Correos y donde tanto el Director como los empleados de sus dependencias me conocían como el segoviano de El Adelantado, ejemplar que luego exhibía orgullosamente ante los amigos de la tertulia matutina que a diario celebramos en la popular Glorieta y que luego figuraba en algunas fotografías que alguno de los asistentes realizaba de la tertulia.
 En la primera reunión tertuliana que este año se ha celebrado con mi presencia, lo primero que me han preguntado ha sido por El Adelantado de Segovia y que si ya no era colaborador después de tantos años. Les he contado una mentirijilla, diciendo que como no estaba seguro de si iba a venir por estos pagos, no les he facilitado mi dirección. También me han preguntado en la Biblioteca Pública donde después de leerlo solía dejar el ejemplar.
 Hoy para no estar desinformado de lo que en Segovia ocurre, me suelo conectar a través de Internet, pero no es lo mismo, dado que por este medio no puedo leer más que los enunciados privándome de leer y comentar con los amigos tanto los artículos de opinión, como el desarrollo de las noticias.
 Es triste, pero en Águilas, El Adelantado y los temas de Segovia que durante tantos años han estado presentes, han dejado de ser noticia, al faltar la presencia física de su diario local, aunque personalmente siga hablando de Segovia por donde vaya.

sábado, 15 de agosto de 2015

ÁGUILAS, CAMBIO MUNICIPAL



                                             LOS DESPLAZADOS

 Vivo o resido habitualmente durante once meses del año en Madrid, una localidad perteneciente a una Comunidad Autónoma más o menos civilizada de las diecisiete Españas en lo que hoy se ha convertido, administrativamente hablando, esta vieja piel de toro en la que todos nos considerábamos iguales y unidos por la Administración única central, pero que hoy nos tiene más o menos diferenciados, en función de nuestra procedencia
 En otras épocas, eras un español más, en cualquier provincia de España a la que te trasladaras; hoy, a todos los efectos, eres un desplazado, y no puedes disfrutar de los servicios públicos sanitarios de los que disfrutan los lugareños de la localidad a la que te desplazas.
 Atraído por la climatología, las lindezas naturales de la Comarca,  y de manera especial por la bonhomía y agradable trato de sus gentes, desde hace ya unos quince años, dejé de trasladarme en el verano a los paraísos naturales del Norte de España y muy concretamente de Cantabria, para disfrutar de mi veraneo en la bella y acogedora ciudad de Águilas, Murcia, el corazón de la Costa Cálida que este verano del año 2015, se ha convertido en algo más que cálida, se ha convertido en la antesala del infierno, de ese infierno imaginativo que muchos dicen que existe.
 Ni sentado al atardecer, o en las horas ya nocturnas, en las cercanías de la mar, es soportable el excesivo calor que hemos venido sufriendo durante estos primeros quince días del abrasador mes de agosto.
 Con independencia de los rigores naturales, contra los que las administraciones públicas nada pueden hacer, pensé que con el cambio político de la Administración Municipal, podría haberse preocupado el actual Consistorio de Águilas, en mejorar las condiciones de vida de los “desplazados”, pero no es así, seguimos siendo “desplazados”, poco menos que “apestados”
 Desafortunadamente, por cuestiones de edad,  invalidez y problemas de salud, hay una, cada vez más numerosa población de “desplazados”, de otros lugares y de otras Administraciones Comunitarias, para los que, el simple hecho de ponerse una inyección, tomarse la tensión, efectuar el control de “Sintron”, o solicitar la receta de alguna medicina, los “desplazados” como si fuéramos “apestados”, tenemos que acudir al único hospital general que en Águilas existe, donde radica el Centro médico Norte, instalado en un sótano, lugar de complicada ubicación para personas enfermas, mayores de edad, de movilidad reducida, sin que nadie haya hecho nada para que esas personas puedan tener una atención médica elemental primaria, en el Centro de Salud Sur, de más fácil acceso, por hallarse en una zona céntrica de la localidad, al que sólo pueden acudir los residentes en ella.
 Pensaba que con el cambio municipal, se iban a mejorar las condiciones de vida social de los que durante años venimos a disfrutar de las lindezas aguileñas; me equivocaba, hoy no existe el servicio de grúa municipal para retirar vehículos mal estacionados sobre las aceras, pasos de peatones, estacionamientos para minusválidos etc. esa vigilancia ha desaparecido con el cambio.
 Ayer día 12 de agosto, festividad de San Lorenzo. El día más caluroso del año, según la “cabañuelas” de Castilla; más o menos a las 14 horas, la hora de mayor calor, esta bella ciudad de Águilas se quedó sin suministro eléctrico. Este sufridor de las deficiencias administrativas municipales, hizo una llamada telefónica al 092, cual sería mi sorpresa cuando me respondieron ”ha llamado usted al Centro de emergencias de la Comunidad Autónoma de Murcia”. Explico el problema y me responden que lo transmiten a la Compañía eléctrica. Poco después, otra persona hace también una llamada; a ésta le responden que llame a la Compañía, le facilitan un nº, telefónico que creo era el 091175175 si la memoria no me falla, donde le dicen que el problema estará resuelto entre las 16 o 16,30 horas.
 Realizo una nueva llamada en este caso al 091 (que en la Comunidad Autónoma donde resido es el que corresponde a la Policía Nacional) y me responden de nuevo que es el Centro de emergencias de la C.A.M .y que ya tienen una llamada mía anterior, lo que me hace suponer que en la Comunidad de Murcia, tanto para llamar a la Policía Local como a la Policía Nacional, hay un teléfono común que es el del Centro de Emergencias
de la Comunidad. Ante mi insistencia haciéndoles ver los problemas de los alimentos almacenados en cámaras frigoríficas, ascensores de edificios que no pueden ser utilizados, etc. me responden que están actuando con toda celeridad ante la Compañía Eléctrica para que lo reparen con toda urgencia; y en efecto, alrededor de las 15 horas, el problema ya había sido resuelto.
 No quiero hacer conjeturas, pero Águilas es una ciudad que en los meses de verano alberga a más de cien mil habitantes, y a alguien, a nivel oficial, le competen las responsabilidades de que tenga las infraestructuras necesarias, para que cualquier emergencia de esta índole, no vuelva a producirse, y en el caso improbable en que llegara a producirse, sea resuelta con toda celeridad, sin estar a expensas de que la Compañía diga que tardarán dos o dos horas y media en resolverlo.
 ¿Se imaginan ustedes la angustia de cualquier persona que hubiera quedado atrapada en un ascensor?. Afortunadamente no ocurrió, pero yo mismo no pude subir a mi casa hasta que se restituyó el servicio.
 En Águilas es necesario que el nuevo equipo municipal busque soluciones a las muchas carencias de las que adolece, sobre todo en los veranos y dar facilidades a los desplazados, a los que tantos impedimentos se les pone, para que su venida vaya en aumento, ello hará que se convierta en una Ciudad más próspera y no le arrebaten esa prosperidad otras localidades próximas que más facilidades ofrecen..
 ¡Viva Águilas!

viernes, 7 de agosto de 2015

WERT MINISTRO FRACASADO



                         LA CORRUPCIÓN QUE NO CESA

 La corrupción que no cesa, viene a corroborar la golfería que impera en la política.
No me voy a pronunciar sobre si es justo o no lo es el cobrar sueldos millonarios con cargo al bolsillo del contribuyente, pero lo que sí parece claro es que a cualquiera que fracasa en su gestión, lo justo y correcto es darle una patada en el trasero, en lugar de darle un premio millonario, ni en París, ni en Bruselas, ni en ningún otro lugar del mundo, estos casos claros de corrupción sólo ocurren en las Batuecas, pagando sueldos millonarios a los fracasados, sea quien sea el partido político que lo haga.
 Así no se arregla España Sr. Rajoy, enviando a copar puestos millonarios, a los fracasados de su partido; eso no es reducir el gasto público, páguelo quien lo pague. Los fracasados y los corruptos al estercolero.
 Este nuevo caso me ha dado lugar para escribir uno más de mis SONETOS GROTESCOS.

                   WERT

 Se trata de un ministro fracasado
que en premio a su malísima gestión
tratando de arruinar la educación
un buen cargo en París Rajoy le ha dado.

 Corruptos hay al uno y otro lado,
mil formas hay de hacer la corrupción
pagando grandes sueldos de un millón,
aunque nunca jamás lo hayas ganado.

 Y a este inútil ministro sin saber
cuya gestión mil votos le ha costado,
le ha mandado a París sin disimulo,

 Y a las francias se ha ido el señor Wer
con un cargo muy bien remunerado
en vez de decirlele a tomar  por chulo.
 .