martes, 11 de noviembre de 2014

LOS HONORIS CAUSA



                                        LOS HONORIS CAUSA

 En este galimatías de los trinques y los robos del montón de sinvergüenzas que aprovechándose de sus cargos o de su fama están esquilmando a España, al tiempo que aparentan ser personas honestas y honradas ante la simpleza de los españoles de buena fe, engañándoles en la apreciación que por aquéllos sienten al haber sido encumbrados a sus cargos por el pueblo noble, nos venimos tropezando con indecentes a los que el pueblo concede títulos y honores y que después cuando la Justicia descubre sus tropelías contra el pueblo, se derrumban como ídolos de barro, y el pueblo que en otros tiempos los encumbró se ve obligado ante el fiasco a quitarles los títulos honorarios, medallas, collares, estatuas y pedestales sobre los que les pusieron.
 Y por echar mano de algunos de esos casos más recientes nos tropezamos con el caso de La Pantoja a la que por su arte el pueblo de Andalucía le concedió la medalla de aquella hermosa región y a la que ahora se ha visto obligado a quitársela al haber sido condenada por la Justicia.
 Otro caso reciente y más sangrante aún es el del no menos sinvergüenza Paco Granados al que el pueblo de Madrid honró con un título que nunca se mereció habida cuenta de las corrupciones que ha venido cometiendo abusando de sus cargos oficiales desde la alcaldía de Valdemoro; lo malo es que quiénes le creyeron honesto le propusieron para cargos de mayor relevancia.
 Y no digamos nada del tal Jorge Pujol que durante 34 años ha venido robando al pueblo
de mil distintas maneras, habiendo montado una trama empresarial de corrupción en la que está involucrada toda su “pujolera” familia; de tal palo tal astilla, y a cuyo “santo barón” le habían erigido una estatua en un puebluco por ahí perdido en la geografía española del que le nombraron “hijo adoptivo” y que ante sus múltiples casos de corrupción las gentes del pueblo lo derribaron de su pedestal, dañándose los dedos de la mano “paradójicamente para que no volviera a poder robar”, dándose el extraño caso de empecinamiento de la corporación municipal que le han vuelto a reponer en su estructura de hierro bien anclado, para que a los que el alcalde y concejales llamaron vándalos, no lo vuelvan a derribar, ahora que ha perdido el honor que nunca tuvo.
 Y vengo a citar que al amparo de esos medios de comunicación llamados sociales, que están causando grave perjuicio a la Sociedad, me ha entrado en mi “privacidad” un correo solicitando que firme una petición para que a otro de esos trincones al que llaman Rodrigo Rato le retiren el nombramiento de “Doctor Honoris Causa” que le fue otorgado por la Universidad Rey Juan Carlos, petición a la que, por supuesto, me he unido por haber traicionado la confianza que el pueblo había puesto en él, al meter los dedos rotos del otro en la caja de Caja Madrid.
 Y me ha extrañado que los que solicitan esa firma, no la promueven para otros personajes como un tal Carrillo, Chaves, Griñán, Zarrías que también tienen cargos y honores que nunca se han merecido, o Maleni a la que hasta en la Junta de Andalucía le han dado un trato de honor al haber anulado la Audiencia de Sevilla, la fianza de 29 millones de euros que la Justicia le había impuesto por sus tropelías.
 Siempre lo he dicho, todos, sean quiénes sean, se llamen como se llamen, a la más mínima sospecha de corrupción, sólo ante la sospecha, sin esperar a la presunción de inocencia, porque cuando el río suena agua lleva, deben ser apartados de su cargos, aunque luego haya que pedirles perdón por haber dudado de ellos sin fundamento.

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