martes, 21 de octubre de 2014

UNA TERTULIA CUALQUIERA



                                 UNA TERTULIA CUALQUIERA
                                              (Las otras Cajas)

 A la noche es el único momento en el que durante el espacio de tiempo que utilizo en degustar mi frugal cena, enciendo la televisión con la esperanza de poder deleitarme con alguna película del Oeste americano, pero ahora se da la circunstancia de que las odiosas cadenas que ofrecen alguna película buena, las repiten hasta la saciedad, hay alguna de Charles Bronson que la han puesto diez veces en una semana, es insufrible; mas cuando no encuentro la distracción adecuada que es casi todas las noches, dándole y dándole al mando, tropiezo con alguna de esas tertulias en las que se habla de las corrupciones de los políticos y las gentes que hoy mandan en España; y anoche me tropecé con “La Marimorena”, a la que suelen acudir algunos políticos de uno y otro signo y periodistas también del más variado pelaje político.
 La tertulia y debate de ayer trataba de otras Cajas de Ahorros que no eran Caja Madrid, de la que ya hemos descubierto la cantidad de 86 sinvergüenzas que había en su Consejo de Administración, ayer saltaron a la palestra, Nova Caixa Galicia, Caixa Catalunya o Catalunya Banc, entre cuyos directivos había algunos dirigentes socialistas de la talla de Narciso Serra por citar a alguno, y cuyo escándalo es cien veces mayor que el de las “tarjetas blak”, y en las que también había tantos golfos corruptos como en la otra, sin mencionar, dicho sea de paso,  a Caja Castilla la Mancha, Caja Murcia, Caja del Mediterráneo, etcétera, etcétera que ayer no eran tema en ese debate.
 Entre los contertulios había un tal Ricardo, habitual de esta tertulia, cuyos apellidos y filiación desconozco, que cada vez que se hablaba o mencionaba a algún dirigente de esas Cajas, se empeñaba en sacar a relucir algunos casos de corrupción ocurridos entre las filas del PP, hasta que el moderador, terminó por decirle que eso sería tema de otro debate pero que en éste iban a tratar de descubrir a los golfos amparados en esas dos  Cajas citadas, y de lo otro ya hablaremos.
 Esto me ha traído a las mientes el caso aquél de un inquilino que demandó a su casero porque la casa estaba llena de ratones, y cuando llegaron con el Juzgado a la casa, salían los ratones por todas partes; y entre los ratones apareció una trucha dando brincos por el pasillo. El casero extrañado dijo: caramba ¿qué pinta aquí una trucha?; a lo que el inquilino le dijo, “no se distraiga usted señor casero; primero vamos a arreglar lo de los ratones, que de las humedades ya hablaremos”
 Cada vez que algún contertulio intervenía para hablar de esos golfos, aportando fehacientes pruebas, el bueno de Ricardo intentaba quitarle la palabra de la boca para hablar de otras corrupciones ya conocidas como lo de Gürtel, Camps, Fabra o Bárcenas,   hasta el punto de que alguien que hizo uso de la palabra entre el público asistente,  le dijo: “por favor le ruego que no me interrumpa y que me deje exponer lo que sé y quiero decir sin que usted me lo impida”
 Entre los asistentes tanto del público como de los contertulios se cruzaron risas,  sonrisas y guiños de complicidad, haciendo que las intervenciones del susodicho Ricardo resultaran patéticas en su empeño de defender de lo indefendible sin argumentos probatorios a algunos dirigentes sociatas bajo cuyo mandato se permitió el saqueo de esas y otras Cajas de Ahorros, que al final fueron intervenidas por el gobierno de turno en un todo revuelto, “tuto revoluto”, en el que lo “trincao”, trincao” está, y aquí paz y después gloria, porque ninguno de todos esos sinvergüenzas va a devolver nada de lo que se llevó y a ninguno de ellos vamos a ver en la cárcel por muchas tertulias que se celebren en las que se descubra y airee todo lo que esa gentuza ha robado al pueblo. ¿Dónde está la Justicia?.

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