LA
DEPURACIÓN
Ha saltado a la
palestra de una manera contundente, todo el hatajo de maleantes y sinvergüenzas
que se encuentran escondidos entre los pliegues y entresijos de todos esos
entes públicos que componen el entramado de la vida pública española.
Me ha traído a la
memoria aquella canción que cantábamos los “tunos” en nuestra época de
estudiantes acompañados por los sones de guitarras, bandurrias y panderetas:
“En los pliegues de mi capa, llevo escondido tu amor”. . . pues de igual forma
entre los pliegues de la capa de la política, han quedado escondidos entre el polvo,
las polillas, los piojos y la suciedad,
toda esa gentuza indeseable que ha estado y sigue estando expoliando al pueblo
español, llevándose entre los pliegues de la capa de esa Caja Madrid, y otras
entidades, hoy convertidas en Bankia, con el consentimiento del Gobernador del
Banco de España manejado por los políticos de turno en su intento de tapar los
desfalcos cometidos, los miles de millones que pertenecían y siguen perteneciendo al pueblo español, que se ha
visto estafado por ese montón de sinvergüenzas
Ahí han surgido
nombres de personas a las que teníamos como modelo de honestidad y honradez, a
los que nos sentíamos orgullosos de saludar, de estar a su lado, de apoyarlos
en sus lides políticas, y han venido a echar por tierra
toda la confianza que los españoles de a pie teníamos en las personas, en las
instituciones, en los partidos políticos, en los sindicatos, en las empresas,
en el deporte, hasta en la Casa Real, cuyo honor han venido a mancillar con sus
latrocinios toda esa ralea de golfos que han estado engañando al pueblo y
robándole lo que era suyo.
Esa indignidad que
han cometido, de momento 86 consejeros de Caja Madrid, está siendo castigada
por algunos partidos políticos, sindicatos y organismos empresariales con la
expulsión de sus filas que quiénes pertenecían a ellos; es un signo que les
honra; pero paso a preguntarme: ¿qué dudas tiene el Partido Popular para no
haber ya expulsado de su partido al montón de sinvergüenzas que han estado
actuando de tal forma?. ¿Por qué no ha actuado de inmediato, al igual que lo
han hecho otros entes para llevar a cabo esa depuración en sus filas, y andan
con ambages de que sean escuchados por el Comité de Derechos y Garantías?. ¿A
qué están jugando en el Partido Popular, mientras la indignación del pueblo va
in crescendo?.
Siempre he dicho
que, ante la más mínima sospecha de que alguien del partido se halle
involucrado en algún hecho indigno, hay que echarlo sin esperar a la
demostración de culpabilidad o de inocencia; con el sospechoso no hay que tener
reparos en echarlo y separarse de él, pues lo único que puede ocurrir es que
contagie con su mal hacer a otras personas y perjudique más y más al partido.
Hay que echarlo caiga quien caiga.
Y así le ha venido
ocurriendo con los casos Gürtel, Camps, Fabra, Bárcenas y otros, por estar
esperando a la presunción de inocencia, de una inocencia que no existía.
Lo mismo da que se
llame Rato, como si fuera el propio Presidente; la expulsión debe ser inmediata
en el mismo momento en que la honestidad se halle en tela de juicio; fuera, hay
que echar fuera del partido a todos los deshonestos que hay muchos, muchos más
de los que ahora se han descubierto en Caja Madrid.
Estos ambages,
estas dudas, estos balbuceos de los portavoces y representantes del PP cuando
son preguntados en los medios públicos, en nada favorecen al partido; echarlos
cuanto antes y preguntar después.
Y por otra parte,
que nadie piense que con la expulsión de unos y otros partidos y sindicatos y
empresarios queda saldada su cuenta con la Justicia ni con el Pueblo; a todos
esos indeseables hay que exigirles que devuelvan todo lo indebidamente cobrado
y meterlos en la cárcel por haber robado al pueblo; solamente así, el pueblo
volverá a tener fe y confianza en los políticos y lo que es más importante en
la Justicia.
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