LA
PUJOLERÍA
Se me ha ocurrido
inventarme esta palabreja, que no es nada original lo reconozco, para
encasillar en ella a los miles de corruptos que tenemos en España; porque no es
sólo el tal Pujol el tío que ha metido la mano en el cajón del que no podemos
decir que sea “presunto” cuando él mismo se ha confesado públicamente, y ha
pedido perdón por ello,
de haber estado durante más de treinta años robando al
erario público de una u otra forma ayudado, que quede bien claro, por quien era
su jefe de cuentas, por decirlo de algún modo, que algo se le quedaría pegado
entre los dedos, ascendido ni más ni menos que al título de “muy honorable”
Arturo Mas, traidor a España.
El caso de el
Pujol que como a cualquier otro delincuente ya hay que ponerle un alias, ha
estado durante todos esos años amparado por los gobiernos de turno,
permitiéndole que robara al pueblo a cambio de su apoyo para mantenerse en el
Gobierno, esto es archisabido.
Ahora, dentro de
la “pujolería”, han salido los 86 sinvergüenzas pertenecientes al Consejo de
Caja Madrid; anda que eran pocos. Ahí estaban metidos todos los perros de
distinto pelaje formando un revoltijo, los de izquierdas, los de derechas, los
sindicalistas, los de la patronal, los empresarios, ahí estaban todos juntos y
revueltos, las churras y las merinas; a la hora de robar al pueblo todos
puestos de acuerdo cualquiera que fuera su pelaje. Y al más bajo estilo
“pujolero”, unos piden perdón y dimiten, y algunos, a los que al parecer les
han salidos las vergüenzas al rostro han devuelto, lo que arteramente se habían
llevado, si no todo, porque eso nunca se sabe, alguna parte.
Y en este punto
hay que destacar la cara de cemento armado del Yety, ese tío de las barbas que
lleva desde su más tierna infancia viviendo del sindicato y del presupuesto del
pueblo que, con toda su cara dura dice que el representante de UGT en el
Consejo de Caja Madrid ha actuado “honestamente”, porque lo que indebidamente
se llevaba lo ingresaba en las Caja del Sindicato. ¡Hay que joderse!.
Pero este tema de
Caja Madrid que gracias a la prensa se está aireando ahora, viene desde hace
años, con los gobiernos de González, Aznar, Zapatero y ahora Rajoy; y ¿que han
hecho todos estos gobiernos que no han metido a nadie en la cárcel?, pues lo
mismo que han hecho con Pujol, yo te dejo que robes pero déjame que yo robe
también.
Hay que tener en
cuenta que antes que Caja Madrid, también sus dirigentes y consejeros hundieron
otras Cajas, en otro tiempo modélicas, Caja de Castilla la Mancha, Caja del
Mediterráneo, Caja Segovia y algunas más que no viene al caso seguir citando,
porque todas se hundieron con el consentimiento del Gobierno de turno, porque
sus directivos se estaban llevando la pasta en sacos; y al menos, que se sepa
hasta ahora, muchos hay demandados y enjuiciados, pero ninguno está en la
cárcel.
Este panorama de
indefensión en el que se encuentra el pueblo, al que no le queda otro recurso
que el del pataleo: ver cómo sus dirigentes políticos y sindicales, se llevan
la pasta impunemente, es lo que está causando en el pueblo ese desasosiego de
sentirse abandonado y desprotegido por los políticos y gobernantes.
A toda esa gentuza
indecente que ha estado metiendo la mano en el cajón, había que cortársela,
aunque ya es suficiente escarnio para ellos, el que sus rostros y nombres
salgan en televisión, periódicos y revistas y que todo el mundo los llame SINVERGÜENZAS.
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