sábado, 3 de marzo de 2018

LOS BINARIOS


                                                      LOS BINARIOS                                     

                                                     (Los tres géneros)



  Lo cierto es que me encuentro jocosamente sorprendido por las preclaras inteligencias de algunos polítiquillos, en este caso del  llamado grupo de los “podemitas”, que me es difícil contener la risa con lo que dicen y promueven.

 Ahora se han sacado de la manga un nuevo vocablo para los que no son hombre ni mujer, es decir ni “chicha ni limoná”, y quieren que se les llame “BINARIOS”. El vocablo, aplicado a los “julandros” no está mal porque viene a indicar que es algo entre dos; pero no es nuevo porque ya en mis tiempos de juventud se decía que era la ley de Mahoma, que tanto  es el que da como el que toma.

 Es bien sabido que en nuestra querida lengua castellana existen tres géneros gramaticales: el masculino, el femenino y el neutro; y que en nuestra castellana lengua tan sólo existe una palabra que tiene los tres géneros, que es Pez, porque existe el pez, la pez, y López, y en mis años mozos el que no era “el”, ni era “la”, era “lo” otro, el género neutro al que ahora estos inteligentes quieren llamar binario.

 Estos inteligentes, en un intento de disimular sus tendencias antinaturales comenzaron por utilizar para las maricas, el vocablo “gay”, pero como ahora al ir proliferando la tendencia sexual o sexista, en congéneres que son gays pero no del todo, en hembras que quieren dejar de serlo y se convierten en otra cosa, en tíos que quieren que además de dar, les den, y todas esas cosas que hoy con la cirugía se consiguen, han establecido una serie de categorías además de gays y lesbianas, hay bisexuales, transexuales intersexuales, y

transgénero, de tal forma que al final no sabes cuando tienes delante a un ser que no conoces, no sabes a cual de todas esas clases de aberrantes géneros pertenece y no sabes  si es hembra o macho, como en el caracol, que además de ser cornudo, baboso y “arrastrao”, es hermafrodita, es decir se lo hace todo el solito, pues para qué darle más vueltas al tema con lo de binario, les llamamos caracoles y “arreglao”.

 Con la cantidad de vocablos que existen en nuestra lengua para designar a eso que se quiere esconder bajo la palabra binario, tenemos, julandros, y julandrones, bujarrón y bujarrones, mariposón y mariposones, mariquitas y maricones, y me quedo corto porque hay otros muchos vocablos según las regiones, desde Andalucía, hasta Cataluña y desde Murcia hasta Galicia, pasando por Extremadura, Castilla, Cantabria, o Vizcaya, en cada sitio les llaman de una forma, pero con certeza, nunca les llamarán binarios.

 Agudizad el ingenio chiquitos, que al final, lo que hacéis nos es más que provocar la risa.

 Cuando comenzó a utilizarse la palabra “gay”, escribí uno de mis más de trescientos sonetos grotescos, que en aquel entonces no se atrevieron a publicar en algún medio de difusión,  en mor de la buena educación y el puritanismo que entonces existía; pero hoy que se han abierto las puertas de todos los armarios y hasta en el parlamento se sueltan vocablos incalificables, y habida cuenta de la libertad de prensa y opinión, tal vez lo publicaran. (Si alguien está interesado no tiene más que acudir al Bloog de Paco Puch).

 De cualquier forma personalmente promuevo que se acepte la palabra caracol, en lugar de binario, para lo que esos politiquillos pretenden, creo que la gente lo entendería mejor,  porque todo el mundo sabe lo que es un caracol, y pocos hay que entiendan lo de binario. Es un decir.

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