LOS BINARIOS
(Los tres géneros)
Lo
cierto es que me encuentro jocosamente sorprendido por las preclaras
inteligencias de algunos polítiquillos, en este caso del llamado grupo de los “podemitas”, que me es
difícil contener la risa con lo que dicen y promueven.
Ahora se han sacado de la manga un nuevo
vocablo para los que no son hombre ni mujer, es decir ni “chicha ni limoná”, y
quieren que se les llame “BINARIOS”. El vocablo, aplicado a los “julandros” no
está mal porque viene a indicar que es algo entre dos; pero no es nuevo porque
ya en mis tiempos de juventud se decía que era la ley de Mahoma, que tanto es el que da como el que toma.
Es
bien sabido que en nuestra querida lengua castellana existen tres géneros
gramaticales: el masculino, el femenino y el neutro; y que en nuestra castellana
lengua tan sólo existe una palabra que tiene los tres géneros, que es Pez,
porque existe el pez, la pez, y López, y en mis años mozos el que no era “el”,
ni era “la”, era “lo” otro, el género neutro al que ahora estos inteligentes
quieren llamar binario.
Estos inteligentes, en un intento de disimular
sus tendencias antinaturales comenzaron por utilizar para las maricas, el
vocablo “gay”, pero como ahora al ir proliferando la tendencia sexual o
sexista, en congéneres que son gays pero no del todo, en hembras que quieren
dejar de serlo y se convierten en otra cosa, en tíos que quieren que además de
dar, les den, y todas esas cosas que hoy con la cirugía se consiguen, han
establecido una serie de categorías además de gays y lesbianas, hay bisexuales,
transexuales intersexuales, y
transgénero, de tal forma que al final no
sabes cuando tienes delante a un ser que no conoces, no sabes a cual de todas
esas clases de aberrantes géneros pertenece y no sabes si es hembra o macho, como en el caracol, que
además de ser cornudo, baboso y “arrastrao”, es hermafrodita, es decir se lo
hace todo el solito, pues para qué darle más vueltas al tema con lo de binario,
les llamamos caracoles y “arreglao”.
Con
la cantidad de vocablos que existen en nuestra lengua para designar a eso que
se quiere esconder bajo la palabra binario, tenemos, julandros, y julandrones,
bujarrón y bujarrones, mariposón y mariposones, mariquitas y maricones, y me
quedo corto porque hay otros muchos vocablos según las regiones, desde
Andalucía, hasta Cataluña y desde Murcia hasta Galicia, pasando por
Extremadura, Castilla, Cantabria, o Vizcaya, en cada sitio les llaman de una
forma, pero con certeza, nunca les llamarán binarios.
Agudizad el ingenio chiquitos, que al final,
lo que hacéis nos es más que provocar la risa.
Cuando
comenzó a utilizarse la palabra “gay”, escribí uno de mis más de trescientos
sonetos grotescos, que en aquel entonces no se atrevieron a publicar en algún
medio de difusión, en mor de la buena
educación y el puritanismo que entonces existía; pero hoy que se han abierto
las puertas de todos los armarios y hasta en el parlamento se sueltan vocablos
incalificables, y habida cuenta de la libertad de prensa y opinión, tal vez lo
publicaran. (Si alguien está interesado no tiene más que acudir al Bloog de
Paco Puch).
De
cualquier forma personalmente promuevo que se acepte la palabra caracol, en
lugar de binario, para lo que esos politiquillos pretenden, creo que la gente
lo entendería mejor, porque todo el
mundo sabe lo que es un caracol, y pocos hay que entiendan lo de binario. Es un
decir.
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