domingo, 18 de marzo de 2018

EL DÍA DEL PADRE


Llegamos en estos tiempos revueltos en los que las mentes incultas de los políticos que tienen  algo de mando en algún pajar, suprimen algunas de las costumbres ancestrales de las gentes y de los pueblos durante estos últimos cien años, y se inventan otros inventos, (valga la rebuznancia), en rechazo de lo que para ellos es el machismo, y la celebración del día del padre que, en sus obtusas mentes es un acto machista que hay que erradicar. Ante tales planteamientos que no son míos, sino de toda esa caterva de incultos que quieren que el día del padre sea el día de la padra, cosa que personalmente me la trae al pairo, me he reunido con todos mis hijos muy amados, y ellos satisfechos han estado conmigo, ofreciéndome como siempre lo han hecho todo su cariño, y se me ha ocurrido la ocurrencia, (sigue la rebuznancia), de escribir un soneto, porque tengo la manía de escribir sonetos, para expresar mi entrañable cariño a esos hijos, producto del amor con mi muy amada esposa, que hoy no ha podido estar con nosotros, porque se nos fue a mezclarse con las estrellas, el día de la madre del pasado año 2017; mis lágrimas se mezclan con mi alegría en este 

DÍA DEL PADRE


Éstos, señor, que veis aquí sentados,

parte que son de la familia mía

han venido a decirme en este día

que son todos mis hijos muy amados.



Los días tan felices son contados

aunque algunos me queden todavía

porque lenta se esfuma mi alegría

pues los años se me hacen muy pesados.



Mas, si tengo momentos tan felices

como estar con vosotros reunido,

tantos años me importan tres narices.



Pues pienso estar aquí dando la lata

entre todos vosotros protegido

mientras que viva y no estire la pata.

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