LOS
MISERABLES
En
alguno de mis innumerables escritos he pronunciado esta sentencia: “La edad no te permite hacer cosas que de
más joven hacías, pero si te permite decir cosas que de más joven no decías”.
Hoy
recordando la más que famosa novela del genial poeta, escritor y político
francés Víctor Hugo, condenando a la los dirigentes políticos de la Francia de
su época, por la ruinosa vida a la que venían torturando a los “sans coulottes”,
la desharrapada clase de los pobres, a la que hacían morir de hambre, y vivir
en las cloacas.
Víctor Hugo llamaba miserables a todos aquéllos
que estaban oprimidos por la bota napoleónica, pero en el fondo de su
pensamiento subyacía quiénes eran los auténticos miserables, ¿los oprimidos o
los opresores?.
Desde que el mundo es mundo, en todas aquéllas
antiguas civilizaciones, los poderosos trataban a latigazos a los pobres y
esclavos, para hacerles construir grandes palacios en los que ellos vivían como
reyes o emperadores.
Nos
encontramos en plena Semana Santa; al tiempo que en todas las cadenas
televisivas nos muestran con gran boato todas esas imágenes de la Pasión de
Cristo, con maravillosas esculturas cargadas de ricas telas de seda y adornadas
con infinidad de piedras preciosas, costosas joyas, candelabros de plata; nos
exhiben por otra parte películas en las que los miserables gobernantes de cada
época, egipcios, fenicios, romanos, maltrataban a los esclavos y martirizaban a
los cristianos.
Y
hoy me pregunto: ¿quiénes son los miserables que nos gobiernan y que nada hacen
por mejorar las condiciones de vida de los pobrecitos españoles de a pie?.
¿Quiénes pactan los sueldos que deben percibir los trabajadores?.¿Quiénes
negocian las irrisorias pensiones que perciben muchos jubilados?
¿Dónde
están los miserables, restregando sus sucios culos en los asientos
parlamentarios de las diecisiete Españas?. ¿Dónde están los miserables
repartidos en infinidad de cargos públicos cobrando suculentos sueldos que les
pagamos los honestos contribuyentes?. ¿Dónde están los miserables exentos del
pago de impuestos?. ¿Dónde están los miserables que están convirtiendo España
en el más miserable de los pueblos?.
Al
final los “sans coulottes”, los miserables de Víctor Hugo, inventaron la
guillotina; no quisiera yo hacer apología de la violencia, no hay que andar
cortando pescuezos, pero recordando el genial cuadro de nuestro inmortal don
Francisco de Goya y Lucientes, “a garrotazos”, tendríamos que andar los
miserables españoles tras aquéllos mucho más miserables que se han adueñado de
las riendas del establo (perdón el Estado).
¿Leerán
esto?, ¿se lo contarán? Es un decir. No sé si merecerán un soneto grotesco
Al gobierno llegaron en tropel
centenares
de moscas ambiciosas
que
presas se quedaron por babosas
con
sus patas pringosas en la miel.
Querían repartirse aquel pastel
robando
con sus manos asquerosas,
y
al pueblo sepultaron en las fosas
del
hambre de las mesas sin mantel.
No se ocuparon, no, los miserables
de
mejorar los sueldos y pensiones
y
desterrar del pueblo la pobreza.
Sus conductas han sido reprobables,
expoliando
las cajas y cajones,
¡noble
pueblo!, levanta la cabeza.
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