lunes, 2 de abril de 2018

LOS MISERABLES


                                           LOS MISERABLES

 En alguno de mis innumerables escritos he pronunciado esta sentencia: “La edad no te permite hacer cosas que de más joven hacías, pero si te permite decir cosas que de más joven no decías”.

 Hoy recordando la más que famosa novela del genial poeta, escritor y político francés Víctor Hugo, condenando a la los dirigentes políticos de la Francia de su época, por la ruinosa vida a la que venían torturando a los “sans coulottes”, la desharrapada clase de los pobres, a la que hacían morir de hambre, y vivir en las cloacas.

 Víctor Hugo llamaba miserables a todos aquéllos que estaban oprimidos por la bota napoleónica, pero en el fondo de su pensamiento subyacía quiénes eran los auténticos miserables, ¿los oprimidos o los opresores?.

 Desde que el mundo es mundo, en todas aquéllas antiguas civilizaciones, los poderosos trataban a latigazos a los pobres y esclavos, para hacerles construir grandes palacios en los que ellos vivían como reyes o emperadores.

 Nos encontramos en plena Semana Santa; al tiempo que en todas las cadenas televisivas nos muestran con gran boato todas esas imágenes de la Pasión de Cristo, con maravillosas esculturas cargadas de ricas telas de seda y adornadas con infinidad de piedras preciosas, costosas joyas, candelabros de plata; nos exhiben por otra parte películas en las que los miserables gobernantes de cada época, egipcios, fenicios, romanos, maltrataban a los esclavos y martirizaban a los cristianos.

 Y hoy me pregunto: ¿quiénes son los miserables que nos gobiernan y que nada hacen por mejorar las condiciones de vida de los pobrecitos españoles de a pie?. ¿Quiénes pactan los sueldos que deben percibir los trabajadores?.¿Quiénes negocian las irrisorias pensiones que perciben muchos jubilados?

 ¿Dónde están los miserables, restregando sus sucios culos en los asientos parlamentarios de las diecisiete Españas?. ¿Dónde están los miserables repartidos en infinidad de cargos públicos cobrando suculentos sueldos que les pagamos los honestos contribuyentes?. ¿Dónde están los miserables exentos del pago de impuestos?. ¿Dónde están los miserables que están convirtiendo España en el más miserable de los pueblos?.

 Al final los “sans coulottes”, los miserables de Víctor Hugo, inventaron la guillotina; no quisiera yo hacer apología de la violencia, no hay que andar cortando pescuezos, pero recordando el genial cuadro de nuestro inmortal don Francisco de Goya y Lucientes, “a garrotazos”, tendríamos que andar los miserables españoles tras aquéllos mucho más miserables que se han adueñado de las riendas del establo (perdón el Estado).

¿Leerán esto?, ¿se lo contarán? Es un decir. No sé si merecerán un soneto grotesco

 Al gobierno llegaron en tropel

centenares de moscas ambiciosas

que presas se quedaron por babosas

con sus patas pringosas en la miel.

 Querían repartirse aquel pastel

robando con sus manos asquerosas,

y al pueblo sepultaron en las fosas

del hambre de las mesas sin mantel.

 No se ocuparon, no, los miserables

de mejorar los sueldos y pensiones

y desterrar del pueblo la pobreza.

  Sus conductas han sido reprobables,

expoliando las cajas y cajones,

¡noble pueblo!, levanta la cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario