ABORTO
SÍ, ABORTO NO
Es este un tema que como tantos otros hoy está
en el candelero; personalmente no pienso que este sea un tema de ideología
política, porque cuantísima gente de izquierdas estaría a favor de no abortar
por mucho que la Ley se lo permitiera, y por el contrario, cuantísima gente de
derechas recomendarían un aborto en algunos de los casos permitidos por la Ley;
por eso digo que no es ésta una cuestión de ideología política aunque los
políticos de izquierdas por lo general puedan estar a favor de que se amplíen legalmente
los casos en los que se pueda abortar, y los de derechas en reducirlos.
Para mí es sólo cuestión de formación, de
sentimientos, de voluntad, de madurez mental de las personas, y la mejor prueba
es la que la propia naturaleza dicta a cada uno sus normas al margen de sus
creencias políticas o religiosas. Yo, pudiendo ser más rojo que una sandía por
dentro, no recomendaría a ninguno de mis seres queridos así, sin más que porque
sí, porque la Ley lo permita, un aborto, sin estudiar las situaciones, las
causas o los motivos para hacerlo; es cuestión de libertad de acción.
Dentro de la libertad de acción, de expresión
y de opinión de las que afortunadamente disfrutamos, no vengo a criticar ni a
los defensores ni a los detractores del aborto, yo puedo opinar como crea
conveniente pero sin tratar de imponer mi opinión a aquéllos que no piensen
igual, como considero que unos y otros pueden opinar como quieran pero
respetando mi opinión y sin tratar de imponerme la suya.
Aquí hay un caso muy claro: hay un partido en
el Gobierno que ha obtenido su mandato por una aplastante mayoría de votos; y
ese Gobierno se debe a sus votantes, al igual que el que obtuvo mayoría en unas
elecciones anteriores; y si le ha votado una mayoría del pueblo, es para que
gobierne de acuerdo con sus criterios, dados a conocer en un programa electoral
previo, en consecuencia, democráticamente hablando, hay que respetar las
decisiones y legislación que sea aprobada por el Parlamento. Eso es democracia, por mucho que a la oposición no le
guste y le quede el recurso del pataleo.
Pero vamos “tuerta que se van sin pagar”, no
es de política de lo que yo quería hablar, lo único que pretendo es dar a
conocer mi soneto de hoy, dedicado al tema. A unos les gustará, a otros tal vez
no, pero la cosa es así, en poesía no siempre está uno inspirado.
Dentro de la libertad de expresión de la que
todos alardean, unos medios lo publicarán y otros no, porque la prensa libre
está más atada que la pata un romano
“C`est la vie”.
MAMÁ,
QUIERO VIVIR
De dentro de mi ser me llega un grito,
un grito de amargura y de terror,
que ese niño que llevo en mi interior
me lanza en un suspiro pequeñito.
No me mates mamá, te solicito;
tú prefieres las leyes del amor
sin sentir el más mínimo temor,
y me amas aunque soy tan chiquitito.
Hay leyes, ya lo sé, que los humanos,
en contra de las leyes naturales
dictan porque el poder está en sus manos.
Mas antes de nacer quiero decir,
porque yo también soy un ser humano,
No me mates mamá, ¡quiero vivir!.
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