viernes, 9 de diciembre de 2016

QUIERO VIVIR, MAMÁ



                                      ABORTO SÍ, ABORTO NO
 Es este un tema que como tantos otros hoy está en el candelero; personalmente no pienso que este sea un tema de ideología política, porque cuantísima gente de izquierdas estaría a favor de no abortar por mucho que la Ley se lo permitiera, y por el contrario, cuantísima gente de derechas recomendarían un aborto en algunos de los casos permitidos por la Ley; por eso digo que no es ésta una cuestión de ideología política aunque los políticos de izquierdas por lo general puedan estar a favor de que se amplíen legalmente los casos en los que se pueda abortar, y los de derechas en reducirlos.
 Para mí es sólo cuestión de formación, de sentimientos, de voluntad, de madurez mental de las personas, y la mejor prueba es la que la propia naturaleza dicta a cada uno sus normas al margen de sus creencias políticas o religiosas. Yo, pudiendo ser más rojo que una sandía por dentro, no recomendaría a ninguno de mis seres queridos así, sin más que porque sí, porque la Ley lo permita, un aborto, sin estudiar las situaciones, las causas o los motivos para hacerlo; es cuestión de libertad de acción.
 Dentro de la libertad de acción, de expresión y de opinión de las que afortunadamente disfrutamos, no vengo a criticar ni a los defensores ni a los detractores del aborto, yo puedo opinar como crea conveniente pero sin tratar de imponer mi opinión a aquéllos que no piensen igual, como considero que unos y otros pueden opinar como quieran pero respetando mi opinión y sin tratar de imponerme la suya.
 Aquí hay un caso muy claro: hay un partido en el Gobierno que ha obtenido su mandato por una aplastante mayoría de votos; y ese Gobierno se debe a sus votantes, al igual que el que obtuvo mayoría en unas elecciones anteriores; y si le ha votado una mayoría del pueblo, es para que gobierne de acuerdo con sus criterios, dados a conocer en un programa electoral previo, en consecuencia, democráticamente hablando, hay que respetar las decisiones y legislación que sea aprobada por el Parlamento. Eso es  democracia, por mucho que a la oposición no le guste y le quede el recurso del pataleo.
 Pero vamos “tuerta que se van sin pagar”, no es de política de lo que yo quería hablar, lo único que pretendo es dar a conocer mi soneto de hoy, dedicado al tema. A unos les gustará, a otros tal vez no, pero la cosa es así, en poesía no siempre está uno inspirado.
 Dentro de la libertad de expresión de la que todos alardean, unos medios lo publicarán y otros no, porque la prensa libre está más atada que la pata  un romano “C`est la vie”.

MAMÁ, QUIERO VIVIR
De dentro de mi ser me llega un grito,
un grito de amargura y de terror,
que ese niño que llevo en mi interior
me lanza en un suspiro pequeñito.

No me mates mamá, te solicito;
tú prefieres las leyes del amor
sin sentir el más mínimo temor,
y me amas aunque soy tan chiquitito.

Hay leyes, ya lo sé, que los humanos,
en contra de las leyes naturales
dictan porque el poder está en sus manos.

Mas antes de nacer quiero decir,
porque yo también soy un ser humano,
No me mates mamá, ¡quiero vivir!.

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