lunes, 10 de febrero de 2014

SONETO GROTESCO, LA IMPUTACIÓN



                                  DECLARACIÓN DE LA RENTA

 Ocurrió hace algún tiempo, no tanto, pero ocurrió. Servidor tenía que presentar su declaración de la Renta, y porque así lo ordena la Ley Tributaria, los matrimonios pueden presentar declaración conjunta o por separado, más como mi cónyuge no tiene ingresos de ningún tipo, siempre presentamos la declaración conjunta que es obligado que esté firmada por ambos cónyuges.
 Y tal ocurre que en aquel año, el Banco, envió su información a Hacienda, esa puta Hacienda que dicen que es de todos, menos de los pobres, según cuya información me habían abonado en el ejercicio unos intereses de una IPF, cuyo abono en la cuenta no se produjo hasta el día 3 de enero del año siguiente al de la declaración.
 Como consecuencia al presentar mi declaración no incluí aquellos intereses por haberlos percibido al año siguiente. ¿Qué ocurrió?, que los chicos listos de Hacienda, dieron por falsa mi declaración, formularon una paralela, contra cuya resolución presenté los recursos pertinentes, negándome a pagar el impuesto de unos ingresos que no había percibido en el ejercicio.
 Los chicos de Hacienda no hicieron caso de mis recursos y amenazaron con el embargo de mis bienes, más como quiera que no tengo bienes de fortuna, amenazaron con el embargo de los bienes de mi cónyuge, que no sabía nada de nada, por ser cómplice de mi declaración al haberla firmado conmigo. Al final tras demostrar documentalmente que aquel ingreso se produjo en el año siguiente, retiraron la orden de embargo.
 ¿Y por qué cuento esto ahora?. Pues fácil, si a mí que soy un currito que tiene unos ingresos de tres duros y medio, me amenazan con el embargo, me declaran culpable y conmigo a mi esposa, ¿por qué no actúan de igual manera con otros matrimonios en los que el esposo ha estado durante años defraudando a Hacienda, demostrado judicialmente, y hay algún fiscal que, siguiendo instrucciones supuestamente de un Jefe de gobierno,  le quiere quitar su autoridad a un  juez, para que no impute a su cónyuge, que según la Ley puede resultar tan culpable como su esposo, aunque alegue que no lo sabía?. La verdad que, por mucho que lo diga un Jefe de Estado, en este pueblo llamado
España, la Justicia no es igual para todos. La Ley, según la Constitución es igual para todos, lo que no es igual para todos es la Justicia, cuando hay fiscales que por intereses espurios, hostigan a los jueces que quieren cumplir con su sagrado deber de hacer Justicia. No me extraña que pueda haber reacciones hostiles contra los poderes fácticos por parte del pueblo. España se hunde.
 Esto me ha dado pie para escribir uno más de mis sonetos grotescos.
           LA IMPUTACIÓN
 Tengo que declarar en un juzgado,
mas no sé qué decir ni cómo hablar
para que se me pueda perdonar
el haber a la Hacienda defraudado.
 Yo no puedo pagar un abogado
que enseñe cómo tengo que engañar
al juez que me ha citado a declarar
para que no se crea que he robado.
 Mi señora también está imputada
por firmar lo que yo le hacía firmar
aunque ella no sabía nada de nada.
 Pero al ser matrimonio nuestra unión,
por mucho que ella lo pueda ignorar
iremos los dos juntos al chiscón.

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