COPLILLAS DEL TÍO PACO
Son la siete de la tarde
de un día un tanto
invernal;
me acerco al bar
restaurante,
me siento junto al
cristal;
la puerta se cierra y se
abre
cuando alguien quiere
pasar;
me tomo un café con leche
por poderme calentar
porque en la calle hace
frío
y está empezando a nevar.
de padre y muy señor mío.
Cojo un periódico viejo
que no es de hoy, que es
de ayer
mas la noticias que veo
son todas de actualidad;
de la panda “el choriceo”
que sólo saben robar;
y todas me las releo
porque no tengo qué hacer,
y aunque ello quede muy
feo
lo mismo da que nos roben
los de hoy que los de
ayer.
Van a ser casi las nueve
y me tengo que ir a casa
el tedio y aburrimiento,
es igual, no se me pasa,
pero me doy por contento
con poder aquí contar
que con tanto Parlamento
todos vienen a robar;
y a la cárcel, de momento
no ha ido ninguno a parar
pues hay más fuera que
dentro.
Estas coplillas señores
que acabo de improvisar
por matar mi aburrimiento
mientras estaba en el bar
las dejo escritas aquí,
y se pondrán muy contentos
los de la Guardia Civil.
aunque jueces y fiscales
debieran de prohibir
que ladrones y rufianes.
anden sueltos por ahí..
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