UN
SEGOVIANO EXTREMEÑO
Este segoviano del
Real Sitio de La Granja que es amigo de meterse en todos los charcos, ayer tuvo
un día feliz, y al decir ayer no vengo a citar la fecha, porque luego dicen en
determinados medios que no publican mi escrito por haber quedado atrasado, así
que omito la fecha para que, como hiciera el insigne Fray Luis de León al
recuperar su cátedra, con su célebre frase “decíamos ayer”, convertir ese ayer
en un hoy permanente; y tuve un día feliz, digo, porque un buen amigo extremeño y antiguo
compañero de trabajo, al que me unen cincuenta años de amistad, me invitó a la
celebración de los actos en honor de la excelsa Patrona de su pueblo, Aliseda
(Cáceres), Nuestra Señora la Virgen del Campo, que se celebraron en la
madrileña ermita de la Virgen del Puerto, a su vez Patrona del también cacereño
pueblo de Plasencia, punto final de la carretera nacional 110 que viene a
unirle con Soria, esa Soria pura cabeza de Extremadura, como reza en su escudo,
y que viene a discurrir por un gran numero de pueblos, villas y aldeas
segovianas desde la sierra hasta la llanura, un motivo más de vinculación entre
ambas regiones de España, y por si no fuera bastante, a este segoviano le cabe
el honor de haber sido invitado desde hace veinte años a participar en la
extremeña “Tertulia El Rato” que organizada por el también buen amigo Francisco
Lebrato Fuentes, de Oliva de la Frontera (Badajoz) se venía celebrando en la
madrileña Taberna de Antonio Sánchez, la taberna de los tres siglos, regida que
estaba por el también amigo Curro Cíes.
Estas
vinculaciones me hacen sentirme unido al Hogar de Extremadura en la
madrileñísima Gran Vía 59 así como a la Asociación Cultural Beturia, en el
mismo domicilio, cuya sección editorial ya publicó uno de mis libros y a la que
tengo entregado un facsímil de otro libro “Quince años de la Tertulia el Rato”,
para su estudio y corrección.
No hacía ayer un
día primaveral en Madrid, viento y lluvia lo convirtieron en una jornada
desapacible meteorológicamente hablando mas, a pesar de lo cual el ambiente de
cordialidad y las manifestaciones de jovialidad en el reencuentro con viejos
amigos lo convirtieron en un día feliz.
Mi amigo extremeño
Valeriano Cotrina fue el encargado de la organización de los actos que
comenzaron con una misa en la ermita de La Virgen del Puerto oficiada por su
actual rector D. Juan Pedro, y fue amenizada por el Grupo Folclórico de Coros y
Danzas “La Encina” de la Casa de Extremadura de Pozuelo de Alarcón, al que
acompañaba el Presidente de la Casa de Extremadura de aquella localidad otro
buen amigo desde hace muchos años Nicolás Batalla Guillén, encontrándose
también entre los asistentes el director de la Revista APETEX, presidente de
los Cronistas de Turismo de Extremadura y Cronista Oficial a su vez de Las
Brozas (Cáceres), su localidad natal, Francisco Rivero Domínguez miembro de la
Junta Directiva de la RAECO; y entre tan nutrido grupo de amigos extremeños, y
tantos otros más, se encontraba feliz este humilde segoviano nacido en el Real
Sitio de La Granja, vinculado por estrechos lazos de amistad con la Extremadura
en Madrid. Gracias amigos por la entrañable jornada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario