domingo, 26 de abril de 2015

ALISEDA Y LA VIRGEN DEL CAMPO



                                 UN SEGOVIANO EXTREMEÑO

 Este segoviano del Real Sitio de La Granja que es amigo de meterse en todos los charcos, ayer tuvo un día feliz, y al decir ayer no vengo a citar la fecha, porque luego dicen en determinados medios que no publican mi escrito por haber quedado atrasado, así que omito la fecha para que, como hiciera el insigne Fray Luis de León al recuperar su cátedra, con su célebre frase “decíamos ayer”, convertir ese ayer en un hoy permanente; y tuve un día feliz, digo,  porque un buen amigo extremeño y antiguo compañero de trabajo, al que me unen cincuenta años de amistad, me invitó a la celebración de los actos en honor de la excelsa Patrona de su pueblo, Aliseda (Cáceres), Nuestra Señora la Virgen del Campo, que se celebraron en la madrileña ermita de la Virgen del Puerto, a su vez Patrona del también cacereño pueblo de Plasencia, punto final de la carretera nacional 110 que viene a unirle con Soria, esa Soria pura cabeza de Extremadura, como reza en su escudo, y que viene a discurrir por un gran numero de pueblos, villas y aldeas segovianas desde la sierra hasta la llanura, un motivo más de vinculación entre ambas regiones de España, y por si no fuera bastante, a este segoviano le cabe el honor de haber sido invitado desde hace veinte años a participar en la extremeña “Tertulia El Rato” que organizada por el también buen amigo Francisco Lebrato Fuentes, de Oliva de la Frontera (Badajoz) se venía celebrando en la madrileña Taberna de Antonio Sánchez, la taberna de los tres siglos, regida que estaba por el también amigo Curro Cíes.
 Estas vinculaciones me hacen sentirme unido al Hogar de Extremadura en la madrileñísima Gran Vía 59 así como a la Asociación Cultural Beturia, en el mismo domicilio, cuya sección editorial ya publicó uno de mis libros y a la que tengo entregado un facsímil de otro libro “Quince años de la Tertulia el Rato”, para su estudio y corrección.
 No hacía ayer un día primaveral en Madrid, viento y lluvia lo convirtieron en una jornada desapacible meteorológicamente hablando mas, a pesar de lo cual el ambiente de cordialidad y las manifestaciones de jovialidad en el reencuentro con viejos amigos lo convirtieron en un día feliz.
 Mi amigo extremeño Valeriano Cotrina fue el encargado de la organización de los actos que comenzaron con una misa en la ermita de La Virgen del Puerto oficiada por su actual rector D. Juan Pedro, y fue amenizada por el Grupo Folclórico de Coros y Danzas “La Encina” de la Casa de Extremadura de Pozuelo de Alarcón, al que acompañaba el Presidente de la Casa de Extremadura de aquella localidad otro buen amigo desde hace muchos años Nicolás Batalla Guillén, encontrándose también entre los asistentes el director de la Revista APETEX, presidente de los Cronistas de Turismo de Extremadura y Cronista Oficial a su vez de Las Brozas (Cáceres), su localidad natal, Francisco Rivero Domínguez miembro de la Junta Directiva de la RAECO; y entre tan nutrido grupo de amigos extremeños, y tantos otros más, se encontraba feliz este humilde segoviano nacido en el Real Sitio de La Granja, vinculado por estrechos lazos de amistad con la Extremadura en Madrid. Gracias amigos por la entrañable jornada.

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