DÓNDE
ESTÁ EL PARTIDO POPULAR
Llevamos ya bastante tiempo sin saber donde
está el Partido Popular, y a raíz de las últimas elecciones europeas, parece
haber desaparecido del todo.
Asiste impasible como convidado de piedra al
desmenuzamiento o descomposición del PSOE que tras la salida del ínclito
Rubalcaba, parece haber quedado huérfano de padre y madre. Ahora mismo no se
sabe quien manda en él, que si Susana, que si Madina, que si Pérez, que si
Valenciano, hay un vacío de poder que no se sabe en qué va a terminar.
Aunque a decir verdad, se supone que hay un
presidente del Partido que no se sabe tampoco dónde está. No da la cara por
ningún lado. Su presencia es testimonial.
El Partido Popular se conforma con que su
siempre enemigo electoral esté llegando a esa descomposición, pero no se da
cuenta de que en su interior hay un revulsivo y una lucha interna por el cambio
que si los que vayan a coger las riendas son inteligentes esperarán a que en el
Partido Popular ocurra lo mismo, y ya le está ocurriendo.
Ninguno de los altos cargos del PP se están
dando cuenta, o al menos no quieren dársela, de que lo que ha ocurrido en el
PSOE, está ocurriendo en el PP y que nadie hace nada por meter en sus filas las
dosis de cambio que hacen falta.
En el PP no hay renovación de ideas ni mucho
menos de personas que muchas de las cuáles están más que gastadas y se
conforman con que la cosa siga así y no perder los cargos que ahora tienen.
No se dan cuenta de que la Sociedad española
está experimentando un cambio en el que no entra la fiabilidad de los políticos
que hacen promesas que luego no se cumplen.
Hemos pasado por las etapas del “puedo
prometer y prometo”; “de los brotes verdes”, para llegar ahora a las promesas a
largo plazo de la recuperación económica. En términos de macroeconomía de cara
a la Europa que ordena y manda, parece que hemos puesto nuestros papeles en
regla, pero en los bolsillos del españolito de a pie, la situación económica se
hace cada vez más insostenible.
No hay más que darse un paseo por las calles
no sólo de Madrid sino de otras muchas ciudades, y observar la cantidad de
locales de negocio que están cerrados amén de aquellos otros en los que están
aguantando espartanamente con el cartel puesto de “Se alquila” o “se traspasa”.
Y esa es la auténtica realidad económica de la Nación.
Los planteamientos de aquella Constitución
Española de 1978 servían para aquel momento, han estado sirviendo demasiados
años, porque a la Sociedad le venía bien; pero esa Sociedad de entonces ha
cambiado sustancialmente y exige otras medidas no contenidas en aquella
Constitución. Hoy el mantenimiento de las 17 Españas es insostenible.
El PP ni cambia ni se renueva en ideas ni en
personas y tiene entre sus filas muchos cargos que le están causando daño al
Partido por su ineptitud o inoperancia entre los mandos medios de pueblos y
distritos, a los que hay que renovar. Hay distritos de Madrid en los que no se
conoce a los Vocales Vecinos del PP, y poco al Concejal.
No se dan cuenta de que ante la descomposición
del PSOE y el inmovilismo propio, están surgiendo otro líderes, jóvenes,
revolucionarios que con sus falsas consignas están consiguiendo copar la
atención de muchos ingenuos que esperan que hagan algo para que la situación
cambie.
Existe un dicho poco académico “espabila cara
lila”, pero el PP parece que no espabila.
Ojo don Mariano que ya ha habido varios
partidos que se han ido al garete; empiece la purga antes de que se rasguen las
velas de su nave.
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