martes, 21 de enero de 2014

ALCALDE DE BURGOS



                                     EL ALCALDE DE BURGOS

El alcalde de Burgos acaba de cometer un acto completamente opuesto a la voluntad de cuántos votaron a su partido para ponerle a él al mando de la Alcaldía de tan importante y querida capital castellana.
 Cuando alguien es elegido por una aplastante mayoría de electores que votaron a su favor en las urnas, conociendo previamente algunas de las empresas más importantes que figuraban en su programa electoral, cuál era la remodelación de la Avenida de la barriada de Gamonal una importante vía urbana de la capital, no se puede dejar a los vecinos en la estacada porque una pandilla de energúmenos hayan organizado una algarada callejera con el intento de hacerle desistir de su propósito, con amenazas y alborotos, al frente de los cuáles se encontraban unos cuántos revienta actos de la “kale borroka”.
 No se puede permitir que el más alto cargo de la ciudad se baje los pantalones cediendo a las presiones de los “antisistema” que no saben ni conocen en qué consiste la democracia. El alcalde de Burgos, al que suprimo el tratamiento de “señor” porque no se lo merece, ha traicionado a su electorado; lo menos que puede hacer es dimitir de su cargo porque no está a la altura de saberlo defender, y si no lo hace, el Sr. Presidente de su partido debe exigirle que lo haga; no valen paños calientes, el Sr. Rajoy tiene que pegar el puñetazo en la mesa y prescindir de todas aquellas personas de las que está rodeado en su partido que no sirven para nada más que para figurar en su corte de corifeos para llevarse los suculentos sueldos que cobran y que no se los merecen, como no se merecen ostentar el cargo que ocupan.
 El alcalde de Burgos es uno de los muchos que existen en su partido en el que hay muchos más que nadie conoce pero que entre todos están hundiendo aquel partido que fundó Manuel Fraga y que Aznar consiguió llevar a la Presidencia del Gobierno y que hoy no se parece en nada a lo que en principio fue, debido al gran número de incapaces e incompetentes que ostentan cargos en sus filas.
 El señor Rajoy tiene que hacer valer su mayoría absoluta no sólo en este caso sino en tantos otros que tiene pendientes, con separatistas, jueces, etarras, opositores; nunca más va a poder tener la mayoría que hoy tiene, y si no la hace valer hoy, nunca más va a tener la oportunidad de hacerlo porque nunca más volverá a gobernar.
 Todas estas consideraciones me han llevado a escribir uno más de mis sonetos grotescos dedicado en este caso al alcalde de Burgos, pero que sirve para los dos.
     ALCALDE DE BURGOS
 El alcalde de Burgos, ¡madre mía!,
se ha giñado en sus mismos pantalones
y no ha sabido echarle dos cajones
al fuerte ataque de disentería.
 Ser alcalde, es pechar con valentía
ante las más diversas situaciones
y tragar sin cagarse en los calzones
los sapos que le surgen cada día.
 Tener un cargo, sólo por cobrar
los altos sueldos que le paga el pueblo
es una vil manera de robar.
 Si no vales para ocupar el cargo
no hay otra solución que dimitir
vete haciendo la maleta y largo.

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