EL ÚLTIMO GORRIÓN
Llegó junto a mi
ventana
una mañana de
abril,
se acurrucó en el
alféizar
por si le quería
abrir.
Estaba como
enmantado,
con el plumaje
ahuecado
y sin ganas de
vivir.
Le pregunté: ¿qué
te pasa
gorrioncillo
acurrucado
para que estés enmantado
esta mañana de
abril?.
Es que me he
quedado solo
porque se me fue
mi amada
y no tengo dónde
ir.
Yo también estoy
muy solo,
También se fue mi
pareja
y nadie escucha mi
queja
tampoco quiero
vivir;
¿te quieres venir
conmigo?;
y se acurrucó en
mi mano
poco antes de
morir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario