EL RATÓN DE SUSANA

                                  SUSANITA TIENE UN RATÓN

 ¿Recuerdan ustedes la musiquilla de aquella canción infantil, y no tan infantil, de: Susanita tiene un ratón, un ratón chiquitín. . . .”  pues la traigo a colación con motivo de las recientes controversias sufridas en el PSOE de Pedronono y que hoy parecen superadas, al haber sido nombrada una gestora al frente de la cuál se encuentra al parecer un hombre cabal a la par que realista del socialismo, que ha empezado a tener conversaciones, que no negociaciones, con el presidente del Partido Popular, nos guste o no, Mariano Rajoy.

 Cuando dos personas sensatas, nos gusten o no, comienzan a tener conversaciones, lo normal es que entre ambas se llegue a un entendimiento.

 Hemos de tener presente que el que se pueda llegar a un entendimiento entre los máximos representantes del hoy por hoy el partido más votado en todas las últimas consultas electorales y el segundo partido en número de votos, no quiere decir que este último esté claudicando ante el primero a la hora de sentarse a dialogar.

 Nunca me han gustado las mayorías absolutas, porque vienen a destruir el sentido de la democracia para convertirlo en dictadura. Lo esencial estriba en que sea cuál sea el partido más votado, sea éste el que pase a formar gobierno, y tendrá siempre enfrente a la oposición para evitar que se dicten leyes que no sean aprobadas mayoritariamente en el Parlamento, que para eso está la oposición, porque si existe la mayoría absoluta, la ley de “Gobierno y mando”, ¿qué sentido práctico puede tener la oposición?.

 Llegados a este punto el hecho de que Javier Fernández, presidente de la Comisión Gestora que hoy rige los destinos del PSOE, persona poco o nada mencionada por todos esos medios mediáticos de información en los que han estado siendo aireados hasta la saciedad, los nombres de los Hernando, los Huelna, los Simancas, los Blanco, los Óscar los García Page y las Susanas, principalmente las Susanas que a “río revuelto” han abandonado sus feudos de Andalucía para venir a zascandilear en Ferraz, ya a cara descubierta por si algo se perdía, y se han encontrado con poco menos que un portazo cuando acertadamente el partido ha elegido a un hombre tan poco nombrado como Javier Fernández que, haciendo gala de su sensatez, se ha sentado a dialogar con la intención de encontrar un sentido de gobernabilidad para España, con el tan denostado por Pedronono y sus seguidores, Mariano Rajoy.

 Ojo con Susanita que ya ha descubierto su juego y como dicen los refranes “te conozco bacalao aunque vengas disfrazao”; “el hombre propone, dios dispone y la mujer lo descompone”; “el séptimo hizo dios al hombre y descansó, después hizo a la mujer y no descansó ni dios”. Con toda la admiración y respeto que siempre he experimentado por el sexo femenino y todo lo que representa, cuando alguien se mete en un corro sin ser llamado, dando codazos y pisando callos, hay que estar en guardia, no olvidemos que el cargo que Susanita ostenta en Anndalucía no fue electo sino debido al entonces todopoderoso dedo del presidente Griñán hoy enjuiciado por sus varios delitos, con la intención de que pudiera tapar sus faltas y trapicheos.

 Y volviendo a lo nuestro, a lo que estamos chica, que se van sin pagar, no podemos obviar que según dice hoy la prensa, “casi el 40% de los diputados socialistas apuestan por votar que NO a Rajoy”, lo cual significa que hay más de un 60% partidarios de lo contrario. Ojo al dato.

Hoy Pedrito, al conocerlo, y como no tiene nada que hacer en Ferraz se ha vuelto a ir de vacaciones. Por lo que ha hecho contra el partido y contra España, más le valiera haberse ido de vacaciones dos años antes.

 Y como a Susanita no le he dedicado ningún “grotesco”, ahí va el de hoy.

                 A SUSANITA

 Nunca le hice un grotesco a Susanita,

esa diva del PSOE de Andalucía,

nombrada por Griñán que, todavía

no se hallaba enjuiciado, ¡qué bromita!.

 Ahí la puso el barón por ser bonita,

pues no tenía estudios, ¡madre mía!,

para el cargo que luego ocuparía,

dentro de su partido, ¡pobrecita!.

  Quiso llegar a más la baronesa,

y echarle un pulso aún a Pedro nones

en su viaje espacial hacia la nada.

 Y se quedó con cara de sorpresa

al no contar con ella los barones,

y se volvió a Sevilla y a Granada.