A
SANTIAGO CASTELO
Tuve el privilegio
de conocer y relacionarme con José Miguel Santiago Castelo, hace ya de esto 20/
25 años. Fue en la extremeña Tertulia El Rato que fundara allá por la última
década del pasado siglo XX el pacense de Oliva de la Frontera y buen amigo
Francisco Lebrato Fuentes, que mensualmente se celebraba en la Taberna de
Antonio Sánchez en la madrileña calle de Mesón de Paredes 13, la taberna de los
tres siglos, y en la que llegué a considerarme como un extremeño de adopción.
En aquellas
tertulias a las que acudía Santiago Castelo siempre que sus muchas ocupaciones
y compromisos sociales le permitían como subdirector de ABC o presidente de la
Academia de Extremadura de las Letras y las Artes y de las Academias Cubana y
Norteamericana de la Lengua Española ocupaba un espacio imposible de olvidar
por su elocuencia y sus sentimientos de amistad y afecto hacia todos los que
asistíamos.
Era un auténtico
deleite escuchar su docta palabra con el inconfundible y recio tono de su voz,
cuando hablaba o leía algunos de sus poemas o escritos
Fervoroso
monárquico y de manera especial gran admirador de Don Juan de Borbón, hijo del
Real Sitio de La Granja, localidad segoviana en la que también yo nací,
hablábamos con frecuencia de su persona y de sus hermanos los infantes Don
Jaime y Dñª Pilar nacidos también en aquel palacio.
En la tertulia El
Rato tuve también ocasión de conocer y relacionarme con otros queridos miembros
de su familia, ya desaparecidos, su buen padre D. José Santiago Sánchez,
también escritor, y su muy querida hermana Lola, magnífica poeta de la que
conservo varios de sus libros y a la que tengo dedicado un soneto en mi libro
El silencio de los besos.
De José Miguel
conservo también en mi biblioteca algunos de sus libros y varios escritos
dedicados, entre los que vengo a destacar
sus “Hojas Cubanas”, con una dedicatoria especial.
Santiago Castelo
cubrió una memorable etapa de la vida de ABC; con él se nos fue un gran
extremeño, un gran español y sobre todo un gran amigo apreciado por cuántos tuvimos
la dicha de conocerle y tratarle. Descansa en paz amigo.
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