ELECCIONES
EUROPEAS 2014
Hoy resulta que la mejor carrera que puede
hacer cualquier joven de esos muchos que no encuentran trabajo con sus carreras
terminadas, sus masters, sus cursos de formación, sus conferencias, sus libros
escritos, sus tesis de fin de carrera, sus estancias en el extranjero para
aprender idiomas y encontrar trabajo y demás zarandajas, lo mejor que pueden
hacer, digo, es dejar de acudir a
colegios y universidades, dejar de leer libros para aprender cosas y estar
perdiendo el tiempo en labrarse una profesión adquiriendo conocimientos, lo
mejor que pueden hacer, repito, es afiliarse a un partido político, a poder ser
de izquierdas, porque en los de derechas hay ya infinidad de jóvenes con muchos
conocimientos adquiridos y es más difícil abrirse camino, pero si se afilian a uno
de izquierdas, no les hace falta tener carrera, porque casi nadie la tiene,
como la Valenciano, la Leire, la Aído,
etc. a pesar de lo cual en cuanto le den tres besos en el culo al que manda,
enseguida las mete en unas listas para ministras, diputadas o para el
Parlamento Europeo.
Todas esas tonterías que dicen desde la
izquierda de trabajo para los jóvenes, no es más que propaganda, tú te metes en
el PSOE, y en tres días, aunque no sepas hacer la O con un canuto te hacen
senador, diputado, alcalde o cuando menos concejal, o eurodiputado.
Ahora, con ese invento del Internet, resulta
que te enteras de la vida y milagros de cualquier vecino aunque sea un mindundi;
no digo más que, a un amigo mío se le ocurrió buscar en Google su nombre en las
redes sociales, y hasta su mujer se enteró de que tenía una amante.
Así pues, no es que lo diga yo, es que en esos
medios que llaman sociales, se enteran de todo y lo ponen; y así me he podido
enterar de que la ínclita Elena Valenciano hoy cabeza de lista para esas
elecciones europeas a celebrar en plena primavera, no tiene estudios superiores
porque no le gustaba el esfuerzo de tener que estudiar, y al no tener estudios
mal podía encontrar un puesto de trabajo en la vida laboral, así que nunca tuvo
uno; mas mira por donde se le encendió la luminaria y dijo yo me apunto al
partido socialista aunque sea de telefonista o para abrir la puerta del
ascensor a los gerifaltes, y ¿qué ocurrió? que en tres o cuatro años, mucho
menos de lo que se tarda en hacer una carrera, estaba en la cumbre del partido
designada a dedo por el que manda para ir a Europa, y trincar los más 8.000.000
de euros que se cobra en estos sitios, algo más de lo que cobra una
telefonista.
No es que esté culpando a los que van en las
listas, la culpa es del sistema y viene a resultar que aquéllos que hemos
elegido para que nos sirvan pagándoles con nuestro dinero, se han convertido en
los amos y se sirven de nosotros que somos sus lacayos.
Mas con independencia de estas
consideraciones, cabe suponer que, si al menos, los que nos tienen que
representar en los altos foros políticos, fueran los más dotados, los más
listos, los más inteligentes, los más formados, social y culturalmente, es
probable que consiguieran para el pueblo que los paga, algún beneficio que
redundara en una mejor forma de vivir de ese pueblo; pero si resulta que en la
política se refugian, según dicen, los últimos de la clase sin otro objetivo
que el de medrar personalmente, apaga y vámonos, ¿qué van a conseguir para el
pueblo, los más tontos del lugar?.
Todas estas reflexiones me han dado para
escribir un soneto grotesco que le dedico con mi admiración a doña Elena, por
haber llegado a donde está, sin saber nada de “na”, como ya también le dediqué
otro al Sr. Arias Coñete.
ELENA VALENCIANO
(25-5-2014)
Se perfila la Elena Valenciano,
persona
sin estudios ni carrera
para
el Foro europeo en primavera,
prometiendo
arreglar el mundo hispano.
Se puede preguntar cualquier paisano:
¿sin
estudios, con qué bagaje espera
defender
esta torpe compañera
los
derechos del pueblo soberano?.
Su base cultural, de puta pena,
currículo
peor que cualquier bruto,
ni
vida laboral tiene la nena.
Y va a cobrar un saco de millones,
sin
saber hacer la O con un canuto,
¿alguien
la votará?, manda cojones.
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