viernes, 20 de septiembre de 2019

UN JEFE DE ESTADO


                                 UN JEFE DE ESTADO



  S.M. el Rey, ha dado muestras de lo que es ser un Jefe de Estado.

 ¿Y por qué no lo ha hecho antes?, se preguntarán algunos.

 Muy fácil, desde su alto cargo, ha querido confraternizar con el pueblo, y no desairar

a toda esa caterva de la clase política que se despellejan entre ellos para llegar al poder y desmantelar España.

 Y el Rey, todo un Señor, con su talante ha venido a demostrar a estos títeres de políticos mentecatos y mentirosos que han querido engañar a su pueblo, que no sirven para nada.

 S.M. les ha dejado como a los niños que jueguen con sus juguetes recién estrenados, pero no les ha permitido que destrocen a su Pueblo.

 España hoy, está siendo el hazme reír del mundo, no digamos ya sólo de Europa, gracias a esos chiquilicuatris que cada partido político ha ido colocando en cargos públicos con unos sueldos vergonzantes que estamos pagando todos los ciudadanos honrados.

 Esos cuatro o cinco individuos que nada más llegar al poder se están repartiendo el cortijo, otorgando cargos desmesuradamente bien remunerados, entre sus esposas, sus hermanos, sus tíos y su primos, repartiéndose los dineros que deberían ser para las pensiones, para los necesitados, para los trabajadores mal pagados al amparo de leyes laborales inocuas

 Esa caterva de políticastros situados en los vergonzosos Sindicatos que hoy existen y que nada hacen por el obrero, y que se llevan los sacos de dinero como el siderúrgico ese del Norte que debería de estar en la cárcel.

 Ese malos pelos malvestido que disfruta de un latifundio con chalet y garita para el guarda en una zona privilegiada de Madrid.

 El superaprovechado presidente de ese Partido que en otro tiempo fuera un Partido decente, ahora enrollado con una cantante , habiendo dejado de vivir en el modesto pisito de barrio para aposentarse en un chalet; y para qué vamos a seguir citando si cualquier rufián viene a perseguir lo mismo.

 Pues hasta todos esos títeres  de la política ha tenido que descender el Rey, para decirles en su lenguaje de chalanes que: “entre calé y calé no vale la remanguillé”.

 Y que haya tenido que venir el más alto cargo de la Jefatura del Estado a poner en su sitio a toda esta caterva de ganapanes, no deja de ser una vergüenza para el Pueblo. Hasta el propio Rey tiene que sentir vergüenza de la clase política de España.

 Majestad, con todos mis respetos como súbdito suyo, vengo a poner de manifiesto que S.M. sí que es un Hombre de Estado y como tal se ha pronunciado.

 Al Rey no le hacen falta halagos, de sobra sabe quién es y lo que es. Demostrado está.

No hay comentarios:

Publicar un comentario