POEMAS DE MADRUGADA
Por la noche hago poemas
que rompo de
madrugada,
pues no quiero
que mis penas
sigan al rayar
el alba.
Y sueño con las
estrellas
y con lunas
plateadas
y que a mi lado
está ella
mirándose en mi
mirada,
reclinando su
cabeza
sobre el albor
de mi almohada,
soltando su
cabellera
color de mieses
doradas,
sus ojos color
de hierba,
sus labios como
la grana,
viviendo la
primavera
de una noche
apasionada.
Y al llegar la
luz primera
no existe a mi
lado nada,
pues los versos
que escribiera
no pueden
resucitarla.
Por eso ahogo
mis penas
cuando va a
rasgar el alba
destrozando mis
poemas,
al llegar la
madrugada.
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