jueves, 24 de mayo de 2018


                                                       VILLA POBRE



 Hoy lo obligado es hablar o comentar la noticia más importante de la vida social española del momento, la compra de una modesta casita unifamiliar en una no menos modesta urbanización del término municipal de Galapagar (Madrid), y olvidarnos de los graves problemas políticos, económicos, subversivos y corruptos que acosan a este país en otro tiempo llamado España. Lo importante es lo del “chalé”.

 La casita que no es mucho más grande que mi ático de Madrid, ha sido adquirida por una pareja política de políticos que hace dos o tres años invadieron la Puerta del Sol de Madrid, con sus mochilas grasientas, sus jergones de goma-espuma y sus medio tiendas de campaña, prometiendo a los desheredados de la fortuna, a los sin techo, darles gratis una vivienda y un sueldo sin trabajar, a cambio de su voto.

 Esa pareja política lo ha conseguido, pues sus desharrapados creyentes, les dieron su voto, fundaron el partido de los pobres y ellos ya se han convertido en ricos, y con el dinero que dicen que les ha prestado la “Caja de Ingenieros”. Ignoro de qué tipo de ingenieros, pero me supongo que será una de esas Cajas como varias de las que han quebrado por haberse repartido entre sus Consejeros los fondos de los ingenuos depositantes, y dando créditos a sus “amiguetes” que no podían devolver lo prestado por no tener ingresos adecuados para ello y que ha tenido que quedarse el Estado con el dinero de nuestros impuestos.

 En mis más de 40 años de profesión bancaria, ni al más tonto se le ocurría darle un crédito a 30 años a alguien que ya rondara los 40/50, por muchos avales que presentara, pues el negocio del Banco consiste en coger dinero a un precio y prestarlo a un precio mayor, siempre que se tuvieran para toda la vida unos ingresos suficientes para pagar las cuotas mensuales, porque un buen banquero de siempre, lo que quiere es prestar y que le devuelvan el dinero.

 Mas con independencia de todo ello, el lugar elegido por la pareja no es de los más caros y lujosos de los alrededores de Madrid: no es “La Finca”, “Puerta de Hierro”,  “Somosaguas”,  “Alcobendas”, La Moraleja,  “Miraflores”,  “Soto del Real” (aunque tal vez sería el lugar más adecuado), pero para comprar por esos lugares una parcelita de cinco mil o diez mil metros cuadrados con casa señorial y casa del guarda, hace falta tener más pasta que Rothschilds y tener diez veces más de ingresos que la parejita tiene, así que a Galapagar casita baja con patio, donde además tiene la ventaja de que mirando al norte, ese norte que parece haber perdido la pareja, puede contemplar la colosal cruz que corona la Basílica del Cerro los “callaos”, aunque no vaya mucho con su pensamiento ideológico, porque por mucho que corras o te pares, al final todos vamos al mismo sitio.

 Por otra parte, y con objeto de pretender justificar su millonaria inversión, quieren pedir a sus bases que voten si está mal o bien lo que han hecho y dicen que si se tienen que ir se van pero con el chalet se quedan.

 Y total por un “chalé” de pobres, no te digo nada si se llegan a comprar “Villameona” la que se hubiera armado. Es un decir.


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