COMUNIDAD DE MADRID II

                              COMUNIDAD DE MADRID Y RAJOY

 El presidente del Partido Popular ha venido cometiendo muchos y graves errores como máximo representante del partido, pero los que está cometiendo últimamente le van a llevar a perder la hegemonía como presidente del mismo pues ya hay muchos afiliados a los que no les gustan las decisiones que últimamente está tomando.

 Que vaya pensando el señor Rajoy que el partido no es su juguete, que el partido es y pertenece a los más de 800.000 afiliados que con nuestro voto le hemos encumbrado y llevado a la presidencia del gobierno, que piense el Sr. Rajoy que quiénes le hemos encumbrado a ese puesto con nuestro apoyo y nuestro voto, lo podemos dejar caer como él está haciendo con otros altos personajes del partido.

 Ayer le dio una patada en el trasero a quién durante los últimos tres años ha estado gobernando, y bien, en la Comunidad de Madrid; para sustituirle, su dedo ha elegido a una persona de cuya valía personal no dudo, pero que nada de nada ha hecho por el pueblo de Madrid ni ha mejorado la vida de los madrileños.

 El Sr. Rajoy quiere acaparar todos los puestos, todos los cargos, quiere hacer y deshacer en el partido a dedo; y eso no pasa de ser una dictadura; el partido se rige por unos estatutos, por unas normas, por un Consejo Nacional al que pretende imponer su criterio ante el temor de que alguien tenga la intención de moverle la silla, y eso no le gusta a nadie.

 Cuando se le antojó le dio la patada al Sr. Ruiz Gallardón, cuando le vino en gana destituyó a la ministra Dª. Ana Mato, ayer prescindió de don Ignacio González, y hoy al día siguiente, teniendo el temor de que su recién nombrada candidata para la Alcaldía de Madrid, acumule demasiado poder en el partido al ser al mismo tiempo la Presidenta Regional en la Comunidad, le pide que renuncie a este cargo, para poder hacer y deshacer a su antojo en las listas de diputados para la Asamblea de Madrid, algo inconcebible.

 Doña Esperanza Aguirre fue elegida para ese cargo por una aplastante mayoría, con el 99% de los votos en un Congreso Regional, máximo órgano de decisión en el partido.   

 El 99% de los congresistas la apoyamos con nuestro voto para que fuera nuestra presidenta en la Comunidad madrileña; no puede ahora el Sr. Rajoy pedirla que renuncie al cargo para el que la votamos, pues sería un fraude y una traición a todos los afiliados madrileños.

 Pertenezco al Partido desde el año 1980, con el número de afiliado 9.989 de los más de 800.000 que hoy tiene; a él llegué mucho antes que el Sr. Rajoy llegara, cuando don Manuel Fraga fundó Alianza Popular; en él he ocupado algunos cargos de escasa relevancia, como vicepresidente del distrito de Latina, Vocal Vecino y Portavoz de mi grupo en la Junta Municipal, participando en Génova 13 en las Comisiones de Cultura, Deportes y de Economía, pero eso sí, puedo decirlo con orgullo, sin remuneración económica alguna. Conozco lo suficiente de los intríngulis del partido como para emitir una opinión política, y vaticino, ya lo anticipé en mi escrito de ayer, que el batacazo que se puede llevar el Sr. Rajoy puede ser semejante al sufrido por el Sr. Rubalcaba en el PSOE.

 Dª. Esperanza ha ocupado los más altos cargos de la vida social y política de la nación, no puede ser tratada ahora, como ella misma ha dicho, como un títere que se mueve a los tirones del hilito, y sabe que si renuncia a la Presidencia Regional, traicionará a quiénes en su momento la elegimos, y que si es así, la Comunidad de Madrid estará manejada por alguna marioneta desde Génova en lugar de estar manejada desde la Puerta del Sol. ¿Quién volverá a confiar en ella si accede a semejante descabellada proposición?.

 ¿A quién se le ha ocurrido semejante insensatez?. ¿Cómo se le ocurre pedir a uno de los más recios valores del partido que traicione a todo su electorado?

 ¿Quién va a manejar desde Génova la Presidencia Regional del Partido, acaso Manuel Cobo que tan sólo obtuvo el 1% de los votos en aquel Congreso?.

 Sr. Rajoy recapacite. No prescinda de los mejores que tiene, para sustituirlos por mediocres.