EL SILLÓN
VACÍO
Una rosa
es una rosa
y es la
cosa más hermosa
que
imaginarse uno pueda,
porque el
amor es la rosa
y lo
demás, atrás queda.
Por eso,
cariño mío,
siempre
cuando llego a casa
al ver tu
sillón vacío
yo no sé
lo que me pasa
que lloro
por cualquier cosa.
Y
acercándome al sillón,
en mi loco
desvarío,
con todo
mi corazón
te pongo, en
él, una rosa
y un beso ¡cariño
mío!.
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